La reina Sofía no se sienta en el inodoro de lavabo de ningún hotel ni restaurante
La emérita se niega rotundamente a utilizar el inodoro de cualquier baño público sin antes asegurarse de que haya sido limpiado
La reina emérita Sofía, conocida por su carácter discreto y reservado, siempre ha destacado por ser una figura emblemática de la Casa Real española. Sin embargo, detrás de esa imagen pública, existen curiosidades de su vida privada que no dejan de llamar la atención. Una de ellas es su estricta rutina de higiene, particularmente en lo que respecta a los baños públicos, ya sean en hoteles, restaurantes o cualquier otro lugar fuera de su residencia oficial.
Según fuentes cercanas al entorno de la reina Sofía, la emérita se niega rotundamente a utilizar el inodoro de cualquier baño público sin antes asegurarse de que haya sido limpiado exhaustivamente por su personal de confianza. Este protocolo, que podría parecer exagerado para algunos, responde a su meticuloso cuidado por la higiene y su preocupación por evitar posibles infecciones o situaciones incómodas.
No importa el lugar o las circunstancias, ya sea un hotel de lujo en una visita oficial o el baño de un restaurante en Madrid, el procedimiento siempre es el mismo. Antes de que la reina Sofía utilice el baño, uno de los miembros de su equipo personal se encarga de desinfectar a fondo todas las superficies, especialmente el inodoro.
Un hábito arraigado en su vida
Este riguroso hábito no es algo reciente, sino que forma parte de la rutina de Sofía desde hace décadas. Personas cercanas a la Casa Real aseguran que esta práctica se intensificó durante sus numerosos viajes internacionales, donde la reina estuvo expuesta a todo tipo de instalaciones y culturas.
A pesar de que su vida actual está mucho más alejada de los compromisos oficiales, Sofía mantiene estas costumbres como parte de su día a día. Incluso en su residencia habitual, es conocida por supervisar que los baños estén en condiciones impecables, un rasgo que algunos atribuyen a su educación estricta y su vida regida por el protocolo.
¿Excentricidad o cuidado necesario?
Este detalle de la vida privada de la reina emérita ha generado opiniones encontradas. Para algunos, se trata de una excentricidad propia de una figura de la realeza, mientras que otros consideran que es una medida sensata y lógica, especialmente en los tiempos actuales, donde la higiene personal y la prevención de enfermedades han cobrado mayor importancia.
Sin embargo, esta práctica también pone en evidencia el alto nivel de control que Sofía ejerce sobre su entorno, algo que ha caracterizado su papel como miembro de la realeza.
La emérita ha sido siempre un símbolo de disciplina y compromiso, tanto en su papel público como en su vida privada. Este estricto protocolo de higiene es solo una muestra más de su meticulosidad y de cómo se ha adaptado a los desafíos de su posición a lo largo de los años. A pesar de lo inusual que pueda parecer, este hábito refleja una faceta más humana y cotidiana de una figura histórica que ha dedicado su vida al servicio de España. Una esposa de Juan Carlos I que, incluso en los pequeños detalles, sigue marcando la diferencia.