Las malas compañías de Irene Urdangarin en Oxford están desquiciando a la infanta Cristina
La infanta Cristina enfrenta una profunda preocupación por el rumbo de sus hijos
La condición familiar de la infanta Cristina se torna cada vez más complicada, en particular en relación con la dirección que ha adoptado su hija más joven, Irene Urdangarin. La chica, que actualmente vive en Oxford, se ha encontrado inmersa en un ambiente que, de acuerdo con personas próximas, parece estar desviándola del camino previsto.
La inquietud de su madre, la infanta Cristina, no es exclusiva para Irene: parece que todos sus hijos están experimentando etapas de incertidumbre y caos en sus vidas personales y laborales.
Un entorno complicado en Oxford
En Oxford, Irene ha hallado un ambiente social que no ha sido provechoso para su crecimiento. Se rumorea que, en lugar de integrarse en un entorno de compromiso académico, la joven ha estado en compañías perjudiciales que la han llevado a adoptar comportamientos poco aconsejables. Irene lleva una intensa vida social, saliendo de jueves a domingo y involucrándose en actividades que dista mucho de lo que su madre hubiese anhelado para ella.
Esta circunstancia inquieta profundamente a la infanta Cristina, quien percibe cómo su hija parece desorientarse en un entorno en el que, en vez de aprender y desarrollarse, se ve influenciada por factores perjudiciales.
No es la primera ocasión en que Irene abandona sus estudios. Previo a su llegada a Oxford, experimentó problemas de comportamiento en Ginebra y Madrid, donde su desempeño escolar se redujo con el paso del tiempo. No fue admitida en la reconocida escuela de gastronomía de Lausana, lo que representó un duro golpe para la familia. Estos antecedentes han provocado que su permanencia en Oxford no genere confianza en la infanta Cristina, quien tiene miedo de que el ambiente en el que Irene se desenvuelve pueda estar perjudicando aún más.
Cristina también está preocupada por sus otros hijos
La inquietud de la infanta Cristina no se restringe a Irene; el estado de sus otros hijos también resulta alarmante. Pablo Urdangarin, el más famoso, no ha conseguido sobresalir en el campo del deporte. En la actualidad, forma parte del equipo Granollers, sin embargo, sus logros no han sido destacables, y hay quienes afirman que no tiene oportunidades de alcanzar la selección nacional. Este estancamiento ha resultado frustrante, tanto para él como para su familia, quienes anticipaban que su trayectoria deportiva se despegara de forma más destacada.
Por otro lado, Miguel Urdangarin se encuentra en un año sabático, sin manifestar la intención de reanudar sus estudios ni de laborar a corto plazo. Este tiempo lo ha dedicado a disfrutar de su pareja, una chica con una reputación dudosa que no ha sido bien acogida por su familia. Esta relación ha provocado más tensiones y inquietudes en el ambiente de la infanta Cristina.
El estado de Juan Urdangarin no resulta menos alarmante. Recientemente ha vuelto a Londres tras un periodo en el que, según se rumorea, fue despedido de su puesto debido a su falta de habilidad. Su existencia parece circular, sin hallar estabilidad ni una vocación definida.
La infanta Cristina percibe cómo sus hijos no consiguen consolidarse ni sobresalir en ningún aspecto, lo que le provoca un profundo descontento.