Leonor, desmadre en Marín, escapadas y botellón
La heredera al trono busca un balance entre sus deberes y la vida social juvenil
La vida de Leonor de Borbón, heredera al trono de España, parece estar lejos de la rígida formalidad que uno imaginaría. Como muchos jóvenes de su misma edad, Leonor está indagando en sus propios confines, algo que no siempre coincide con la imagen impecable que se anticipa de un integrante de la familia auténtica.
En Marín, lugar en el que está realizando su educación en la Academia General Militar, la princesa Leonor ha descubierto la forma de integrarse con los jóvenes de la localidad, y ha sido observada disfrutando de las fugas nocturnas y el ambiente de los "botellones" de la región.
Una verdad que Zarzuela tiende a omitir
En realidad, las escapadas y las celebraciones no son tan extrañas para una persona de su edad, pero su lugar en la familia real ejerce una presión diferente. Zarzuela, sabedora de la supervisión pública, ha encubierto cualquier "desliz" de Leonor en eventos previos. De hecho, cuando la sucesora al trono aún se encontraba cursando el bachillerato en el UWC Atlantic College, el reconocido colegio galés, se incorporó a la vida académica y social del internado como toda joven; sin embargo, en su estadía ocurrieron ciertas situaciones que no concordaban con la percepción y el compromiso que el Palacio de la Zarzuela buscaba transmitir.
Para Leonor, era una actividad normal reunirse con sus amistades en el Horsehoe Inn, el único pub de St. Donat's, llenándolo todos los fines de semana y terminando con las reservas de cerveza y otros refrescos. Pese a ello, el internado ha presentado más inconvenientes que ventajas, cuando los alumnos saturaban las calles y establecimientos de la zona con su ajetreo.
Ahora bien, este comportamiento no tan aplaudido por Zarzuela parece estar sucediendo en Marín, y Leonor se ha visto en la obligación de gestionar su vida cotidiana en la academia con mayor discreción.
El desahogo juvenil en Marín
Además de su intensa actividad militar, Marín y sus alrededores brindan una vida social donde los jóvenes hallan lugares para la reunión y la diversión. A sus 18 años, Leonor parece estar buscando el balance entre sus obligaciones y su necesidad de descansar. Algunas fuentes afirman haberla observado en compañía de un grupo de amigos en Pontevedra, en áreas populares donde los jóvenes se congregan para practicar "botellón". A pesar de ser algunas veces criticados, estos sucesos siguen siendo una manifestación característica de la juventud española.
No obstante, los residentes del lugar no siempre acogen con gusto las reuniones de jóvenes y, en ciertas situaciones, las posturas indiferentes han provocado reclamos y inquietud entre los residentes del lugar. A pesar de que estos encuentros pueden generar tensión entre los residentes, los jóvenes continúan congregados. Para Leonor, la Casa Real continúa abordando estos asuntos con la máxima reserva, sabiendo que cualquier conducta que no se ajuste al modelo de "princesa" puede transformarse en un foco de polémica en los medios de comunicación.
Indudablemente, la princesa de Asturias se encuentra en una fase de su existencia donde descubrirse a sí misma es tan inevitable como natural. Los deslices o elecciones que Zarzuela procura silenciar son parte de un proceso de desarrollo que Leonor debe seguir, aunque bajo un seguimiento constante.