Leonor es una de las guardiamarinas amonestadas por montar una fiesta no autorizada en Elcano

Leonor no tocará tierra firme hasta el próximo 14 de febrero

Leonor es una de las guardiamarinas amonestadas por montar una fiesta no autorizada en Elcano

El pasado 11 de enero, la princesa Leonor dio inicio a una de las fases más trascendentales de su formación militar al embarcarse en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Este histórico navío de la Armada española desempeña un papel clave en la preparación de la futura Jefa de los Ejércitos, siguiendo así la tradición familiar establecida por su padre, el rey Felipe VI, y su abuelo, Juan Carlos I. Durante los próximos 140 días, la heredera recorrerá aproximadamente 17.000 millas náuticas, realizando escalas en distintos países de América Latina.

A lo largo de esta travesía, la tripulación del Juan Sebastián Elcano ya ha realizado dos paradas significativas. La primera de ellas tuvo lugar en Tenerife, mientras que la segunda fue en Las Palmas el 21 de enero. Esta última escala en Gran Canaria representó la última oportunidad para que Leonor y sus compañeros cadetes pudieran disfrutar de actividades en tierra antes de emprender la travesía transatlántica con destino a Brasil. Se espera que la embarcación arribe a su próximo puerto el 14 de febrero, tras varias semanas de navegación ininterrumpida.

Leonor

Durante su estancia en Las Palmas, Leonor y un grupo de compañeros decidieron aprovechar la ocasión para disfrutar de una noche de esparcimiento. Tras haber cumplido con sus compromisos oficiales, entre los que se incluyó una sesión fotográfica con las autoridades locales, la princesa y algunos cadetes se dirigieron a un popular establecimiento de la ciudad. Este tipo de salidas no es algo inusual para la heredera, quien ya había disfrutado de momentos de ocio similares durante su formación en la Academia Militar de Zaragoza y la Escuela Naval de Marín, siempre dentro de los límites permitidos.

La velada comenzó con una cena en un restaurante local y, conforme avanzó la noche, el grupo visitó distintos bares y locales de ocio. Sin embargo, el ambiente festivo llevó a que los cadetes regresaran al barco más tarde de lo estipulado, lo que provocó que todos los implicados, incluida la princesa, recibieran una amonestación formal.

Leonor y las fiestas secretos en Elcano con alcohol 

A bordo del Juan Sebastián Elcano, los jóvenes cuentan con diversas opciones de entretenimiento, como el acceso a internet, redes sociales, juegos de mesa y televisión, aunque su tiempo libre es limitado debido a la intensa rutina de formación que siguen. Sus jornadas de aprendizaje comienzan desde temprano en la mañana y se extienden hasta las seis de la tarde, lo que hace que cada momento de descanso sea valioso.

En un intento de hacer más llevadera la travesía, Leonor ideó un plan para compartir un rato de diversión con sus compañeros. Aprovechando su estancia en Tenerife, adquirió varias botellas de alcohol con la intención de organizar una pequeña celebración a bordo del buque. Sin embargo, el consumo de bebidas alcohólicas está estrictamente prohibido en la embarcación, a pesar de que en su momento Felipe VI recibió una copa de vino cuando realizaba su formación en el mismo navío.

El incidente salió a la luz cuando otros tripulantes, ajenos al círculo cercano de la princesa y sus amigos, informaron a los superiores sobre lo ocurrido. Como consecuencia, tanto Leonor como sus compañeros involucrados quedaron sin provisiones y fueron sancionados de acuerdo con las normativas establecidas a bordo del Juan Sebastián Elcano. Este episodio representa un llamado de atención dentro del exigente proceso de formación militar que la heredera está llevando a cabo, recordándole la importancia de la disciplina y el cumplimiento de las reglas en su camino hacia el liderazgo de las Fuerzas Armadas.