Leonor está teniendo problemas de gravedad en Galicia que han movilizado a altos estamentos de la Casa Real
Las altas exigencias físicas y psicológicas en la Escuela Naval de Marín están poniendo a prueba a la princesa Leonor.
La incorporación de la princesa Leonor en la Escuela Naval de Marín ha representado un reto adicional en su formación militar. Aunque, la educación de la princesa de Asturias no ha tenido el éxito previsto, lo cual ha causado una inquietud en la Casa Real.
Las demandas físicas y mentales del entrenamiento parecen estar impactando de manera significativa a Leonor, quien se ha topado con retos más grandes de los previstos en este punto de su preparación.
En comparación con Zaragoza, Leonor ha tenido problemas en su rendimiento
En contraste con su periodo en Zaragoza, donde logró superar exitosamente sus obligaciones académicas y físicas, Leonor ha tenido problemas en Galicia, especialmente en el aspecto físico. Las pruebas de resistencia y los rigurosos entrenamientos han evaluado su condición física, y los últimos análisis señalan que su desempeño no está llegando al nivel necesario.
Fuentes próximas sostienen que, hasta ahora, la princesa no ha logrado el mínimo físico requerido, y sus evaluadores han pospuesto algunos de los exámenes a los que se sometió debido a que su condición física actual no es la correcta para finalizarlos de manera satisfactoria.
Este desempeño en Galicia difiere de la percepción que Leonor había presentado hasta el momento como la futura reina. En Zaragoza, lugar en el que inició su educación militar, las expectativas eran altas, y se le consideraba un modelo de disciplina y entrenamiento. No obstante, los desafíos en Galicia parecen evidenciar que el grado de exigencia supera lo previsto, y la presión por alcanzar estos estándares ha empezado a tener repercusiones adversas en su rendimiento.
La repercusión física y mental de la educación
El exhaustivo régimen al que Leonor está expuesta ha demostrado no solo su insuficiente preparación física para esta fase, sino también el efecto psicológico que está ejerciendo sobre ella. Las demandas físicas comprenden exámenes de resistencia, rapidez y potencia, creados para capacitar a los alumnos en situaciones difíciles, algo que, hasta el momento, no había vivido. Estas demandas han provocado que su condición física esté lejos de ser ideal, y se ha visto superada por la intensidad de los entrenamientos.
Además de lo físico, la princesa también se encuentra ante un desafío psicológico significativo. Fuentes señalan que la exigencia de ser vista en público, sumada a la exigencia de satisfacer los criterios de una futura reina, está impactando su estabilidad emocional. La presión es alta, y el estrés de no alcanzar las metas está generando incertidumbres en su habilidad para ajustarse a este ambiente. Se nota que la mezcla de demandas físicas y el interés mediático están impactando de manera adversa en su desempeño, lo que ha generado inquietud en altos cargos de la Casa Real.
Frente a la circunstancia, altos miembros de la Casa Real han sido convocados para valorar la condición de la princesa y contemplar posibles modificaciones en su educación. Las autoridades están evaluando si las demandas del programa podrían ajustarse a las habilidades presentes de Leonor sin afectar el nivel de su educación. La prioridad es asegurar que ella obtenga el respaldo requerido para vencer los obstáculos, evitando poner en riesgo su salud.