Leonor está viviendo un infierno en Elcano

Los altos mandos del buque escuela Juan Sebastián Elcano aceptan la petición de Letizia

Leonor está viviendo un infierno en Elcano

El pasado 11 de enero, la princesa Leonor inició una travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, una experiencia singular que forma parte del programa de formación militar obligatorio para quienes están destinados a ocupar la jefatura del Estado. Durante este periodo, la heredera al trono deberá obtener la máxima condecoración otorgada por las Fuerzas Armadas. Si sus compromisos institucionales no lo impiden, Leonor permanecerá lejos del Palacio de la Zarzuela durante seis meses, regresando a finales de junio. En el transcurso del viaje, recorrerá un total de ocho países junto a sus 75 compañeros de promoción y la tripulación del navío.

La rutina diaria en el buque comienza temprano, con el despertador sonando a las 6:45 de la mañana. Tras asearse y vestirse, la princesa y el resto de los cadetes desayunan a las siete en punto. La jornada académica se extiende hasta el mediodía, con clases y actividades de formación que abarcan un total de 18 asignaturas. La comida se sirve a la 1 de la tarde, y posteriormente se reanudan las clases y maniobras hasta las 6 de la tarde.

Leonor

Una vez finalizadas las actividades formativas del día, los cadetes disponen de tiempo libre para disfrutar en las áreas de recreación o en sus propios camarotes. En aquellos momentos en los que no es posible desembarcar, leer, convivir con los compañeros o participar en juegos de mesa se convierten en algunas de las opciones más frecuentes para el ocio. La cena se sirve por la noche y, a las 10:30, se establece la hora del silencio, momento en el que todas las luces deben estar apagadas para garantizar el descanso. Sin embargo, aquellos asignados a las guardias nocturnas deben mantenerse alerta durante turnos de cuatro horas. "Todo se hace en conjunto, es parte fundamental de la experiencia", explicó Ida Blanco, alférez de navío e instructora del barco, durante una reciente rueda de prensa recogida por 'El Diario de Cádiz'.

En cuanto a las condiciones de alojamiento, Leonor comparte camarote con tres compañeras más. Los espacios están equipados con literas triples que cuentan con cortinas para ofrecer un mínimo de privacidad. Además, se dispone de una pequeña zona para el almacenamiento de objetos personales, lo que hace imprescindible llevar un equipaje reducido. Los baños, por su parte, son de uso compartido.

Letizia quiere tener controlada en todo momento a Leonor 

Con el propósito de modernizarse, el Juan Sebastián Elcano ha incorporado conexión Wifi, aumentando el ancho de banda, así como el número de enchufes y puertos USB. Sin embargo, Leonor cuenta con un privilegio especial que la diferencia de sus compañeros: un teléfono satelital proporcionado por solicitud expresa de la reina Letizia, el cual le permite mantenerse en contacto permanente con su familia. Este dispositivo de comunicación, valorado en más de 2.000 euros, está reservado normalmente para los altos mandos del buque, mientras que el resto de los cadetes permanecen incomunicados durante su estancia en alta mar.

Letizia quiere tenerla controlada las 24 horas del día, no puede estar tanto tiempo sin tener noticias de su hija. Por ello, se espera una de sus llamadas todos los días. La princesa no puede tener la misma intimidad que sus compañeros, vive un infierno.