Leonor monta una fiesta para Fin de Año 2025 que está levantando ampollas en Zarzuela

La princesa de Asturias planea recibir el 2025 en Nueva York, lejos del protocolo real.

Leonor monta una fiesta para Fin de Año 2025 que está levantando ampollas en Zarzuela

Leonor de Borbón ha manifestado varias veces su anhelo de gozar de su juventud libremente, aunque siempre bajo el amparo de sus obligaciones como futura monarca de España. Actualmente, la princesa de Asturias ha optado por avanzar al coordinar una festividad de Fin de Año que ha causado cierto conflicto en Zarzuela.

Tanto ha sido su anhelo que el plan de Leonor es acoger el 2025 en Nueva York, una ciudad dinámica y cosmopolita que capta la atención de jóvenes de todas partes del mundo. Leonor no desea celebrar esta fecha señalada bajo el riguroso protocolo palaciego, sino en compañía de amigos, en un entorno más libre y libre de las responsabilidades institucionales.

Esta resolución ha provocado puntos de vista compartidos en el núcleo más próximo de Zarzuela. Aunque su padre, el monarca Felipe VI, parece adoptar una postura más empática, la reina Letizia ha expresado su inquietud. En su opinión, cada acción de su hija debe ser evaluada al milímetro para prevenir cualquier controversia innecesaria que pueda perjudicar la reputación de la entidad.

Nueva York, el destino elegido por Leonor

No es casual que Leonor quiera pasar el Fin de Año en Nueva York. La princesa experimenta un vínculo especial con esta ciudad, en la que puede desplazarse con cierta autonomía lejos de las miradas constantes que la persiguen en España. Además, podría volver a reunirse con amigos íntimos, entre ellos Gabriel, su expareja, con el que se ha rumoreado que sostiene una relación amistosa.

Leonor de Borbón

El programa contempla comidas privadas en establecimientos selectos, noches en clubes exclusivos y, potencialmente, una celebración en un ático de lujo con vistas privilegiadas a los fuegos artificiales de Times Square. Leonor ha demostrado un gran entusiasmo en la organización de este viaje, y ha tenido el respaldo de algunos amigos que ya habitan en la ciudad.

No obstante, la organización del viaje no ha sido sencilla de manejar. Como heredera de la corona, Leonor no puede desplazarse sin ciertos protocolos de seguridad, lo que requiere la intervención de agentes y equipo oficial. Adicionalmente, los gastos vinculados a este tipo de traslados, incluyendo los vuelos en un avión privado de Zarzuela, no han sido ignorados.

Una línea delicada entre la libertad y el deber

El desplazamiento de Leonor a Nueva York para festejar el final de año vuelve a poner en evidencia el perpetuo dilema que enfrenta la familia auténtica: cómo balancear la libertad personal de sus integrantes con las expectativas institucionales.

Princesa Leonor

Desde Zarzuela, varios consejeros han propuesto que estas festividades pueden ser consideradas como una ausencia de compromiso con el papel que la princesa debe tener en el futuro. Por otro lado, existen personas que sostienen que brindarle la oportunidad de disfrutar de su juventud también es un método para prepararla para su rol de reina, enseñándole a manejarse con naturalidad en diferentes situaciones.

Lo incuestionable es que cada acción que realiza Leonor es examinada con detalle. A medida que ella se deleita en una de las ciudades más representativas del mundo para acoger el nuevo año, en Zarzuela la discusión acerca de sus elecciones sigue en marcha.