Leonor no ha hecho una sola guardia desde que se embarcó en Elcano

Las náuseas y mareos han dejado incapacitada a la Princesa Leonor

Leonor no ha hecho una sola guardia desde que se embarcó en Elcano

No pasaron desapercibidas las amargas lágrimas de Felipe VI mientras observaba como su hija la Princesa Leonor se despedía de su padre y de su madre, mientras zarpaba a bordo del buque escuela Elcano y se marchaba en una aventura de seis meses en alta mar. Unas lágrimas del Rey Felipe VI que, con el paso de los días y las semanas se han ido entendiendo mejor. Y es que, más allá de no poder ver a su hija durante medio año, el monarca sabe de primera mano que no será una aventura nada sencilla, la de Leonor a bordo de Elcano.

En este sentido, Felipe VI ya pudo experimentar, en su momento, una aventura de similares características, una experiencia de seis meses en alta mar donde el actual Rey de España se curtió a base de bien aprendiendo lo que es la dura vida del marinero, sufriendo todas las inclemencias climáticas y a nivel de salud, sufriendo varios episodios de mareos y náuseas, el llamado mal del mar.

Felipe VI

Unos problemas, los de Felipe VI, que la Princesa Leonor parece que también está acusando en sus primeros días navegando a bordo del buque Elcano. Y es que, lejos de poder ayudar a sus compañeros a realizar las tareas propias del día a día del barco, Leonor se pasa días enteros encerrada en su camarote por culpa de una serie de náuseas y mareos que la han dejado completamente inhabilitada durante estos primeros días.

Leonor, sin las obligaciones de sus compañeros

La realidad es que no es una práctica habitual el hecho de permitir que los alumnos se ausenten durante sus turnos de guardia nocturna. Sin embargo, la realidad es que el estado de Leonor no permitía que ejerciera sus labores con seguridad. Y es que, los vómitos de la Princesa de Asturias se han convertido en el pan de cada día para una Leonor que está viviendo un auténtico infierno a bordo de Elcano, donde sigue sin poder hacer lo mismo que sus compañeros.

De hecho, hasta ahora Leonor no habría sido capaz de cumplir ninguno de sus turnos de vigilancia y guardia nocturna, pues sigue acusando el mal del mar que ya sufrió su padre en su momento. Unos problemas relacionados con los mareos, que han hecho que Leonor esté más tiempo en el baño de su camarote que en cualquier otro lugar.