Leonor no quiere vivir en Zarzuela después de la formación militar porque la relación con su madre no es buena

Después de haber probado durante varios años, lo que es la vida en libertad y sin la presión constante de tener que responder a las estrictas medidas impuestas por Letizia, la Princesa Leonor podría verse obligada a volver a vivir en Zarzuela con sus padres una vez deje atrás su aventura a bordo de Elcano y ponga punto y final a su formación militar en la escuela naval de Marín. Sin embargo, entre los planes de la Princesa de Asturias no figura la posibilidad de vivir con su madre en la residencia real.

Ante esta situación, tal y como han revelado fuentes cercanas a la Casa Real, Leonor ya habría hecho saber a sus padres que su principal intención es la de viajar hasta los Estados Unidos para estudiar una carrera universitaria como ya hizo Felipe VI en su momento. Una idea que no acaba de convencer a Letizia, que prefiere que su hija siga estudiando en España, cerca de su familia.

Tal y como hemos podido saber, Letizia estaba decidida a hacer que Leonor desarrollara su carrera universitaria en España. Concretamente en la Universidad Complutense de Madrid, pues la Reina es una firme defensora de la educación pública. Algo en lo que no acaban de coincidir ni con Leonor ni con Felipe VI, que ven mucho mejor que la Princesa estudie en uno de los mejores centros universitarios en Estados Unidos.

Leonor ni se plantea volver a vivir con su madre

A pesar de que están en constante contacto, la relación entre Leonor y Letizia está seriamente afectada por todo el pasado que arrastran. La Reina siempre ha sido una madre muy estricta en todos los aspectos de la vida. Desde la alimentación al ocio y a los estudios, todo estaba bajo el control constante de Letizia, que nunca dejó que fuera su hija la que tomara las decisiones de su vida.

Así pues, después de haberse hartado del control enfermizo por parte de su madre, Leonor ha tomado la decisión de no volver a vivir en Zarzuela. Pues, quiere seguir disfrutando de una libertad a la que no piensa renunciar, una vez que la ha probado, tanto en Gales como en Zaragoza como en Marín.