Leonor provoca envidias en Elcano por un privilegio
Gracias a su posición, Leonor cuenta con un trato de favor muy injusto
Leonor está comenzando a vislumbrar la recta final de su viaje a bordo del buque escuela Elcano. Después de su paso por Chile, la Princesa de Asturias está comenzando a ser consciente de que cada vez le queda menos para emprender el camino de vuelta a casa y así poner fin, de una vez por todas, a una aventura por alta mar que se ha convertido en un auténtico infierno para la hija de Felipe VI y de Letizia, que, a pesar de haber embarcado con la promesa de que iba a ser tratada de la misma forma que todos sus compañeros. Algo que no se ha acabado de cumplir del todo.
En este sentido, todas esas promesas acabaron cayendo en saco roto. Y es que, por mucho que desde Zarzuela hayan querido que parezca que Leonor vive igual que el resto de los guardiamarinas, la realidad es que nunca ha sido así. De hecho, con el paso del tiempo, los privilegios de Leonor se han vuelto más visibles y han acabado provocando molestias y envidias dentro de Elcano.
El principal motivo de enfado dentro de los tripulantes de Elcano ha sido el hecho de que Leonor ha tenido a su plena disposición un teléfono con conexión vía satélite que le ha permitido mantener en contacto con su entorno, de forma diaria. Y es que, en alta mar, la cobertura móvil desaparece por completo, por lo que se necesita un teléfono valorado en 2.000 euros para realizar llamadas.
Leonor tiene privilegios propios de sus capataces
La realidad es que ese tipo de tecnologías solamente están a disposición de los capitanes de la embarcación. Sin embargo, tal y como han revelado algunos padres de los compañeros de Leonor, la Princesa de Asturias ha podido disponer de este artilugio para hablar cada noche con sus padres y con su novio. Una ventaja que ha acabado generando importantes enfados en Elcano, donde el resto de los guardiamarinas se sienten gravemente perjudicados por culpa de los privilegios de los que Leonor ha podido disfrutar.
Así pues, en Elcano se está generando un ambiente muy enrarecido por culpa de los privilegios que ha tenido Leonor a lo largo de toda la exposición por el Atlántico. Y es que el hecho de poder hablar con sus padres y con su novio, de forma diaria es una ventaja que ningún guardiamarina podía imaginar en Elcano.