Leonor sufre la enfermedad de su padre que provoca problemas de higiene
La heredera sigue preparándose para su futuro con disciplina y dedicación.

La princesa Leonor es el futuro de la Corona española. A punto de cumplir 19 años, ha demostrado compromiso con su papel institucional y se ha ganado el cariño de los ciudadanos. Sin embargo, no todo es perfecto en su camino hacia el trono. Al igual que su padre, Felipe VI, Leonor ha heredado una condición dental que puede afectar su imagen y su salud.
Desde pequeña, la princesa ha tenido que someterse a tratamientos para corregir problemas en su dentadura. La agenesia dental, una patología que impide el desarrollo de ciertas piezas, ha sido su principal batalla. Este problema no es solo estético, sino también funcional, ya que puede dificultar la masticación y la salivación.
Su padre, el rey Felipe, nunca se preocupó demasiado por su salud bucal. Durante años ha mostrado una dentadura descuidada, con piezas amarillentas y desalineadas. Además, según algunos expertos en Casa Real, el monarca sufre de halitosis, un problema que también habría heredado Leonor.
Una sonrisa real sin imperfecciones
A diferencia de su padre, Leonor ha tomado medidas para corregir su problema a tiempo. Desde la adolescencia ha llevado ortodoncia y ha seguido un tratamiento especializado para mejorar la funcionalidad y estética de su sonrisa. Ahora, con la mayoría de edad, ha podido someterse a la colocación de implantes dentales para solucionar definitivamente la ausencia de piezas.
La reina Letizia, siempre atenta a la imagen de su hija, ha insistido en que Leonor cuide al máximo su higiene dental. Es sabido que la princesa se cepilla los dientes con frecuencia para evitar problemas de mal aliento. Un detalle que, aunque pueda parecer menor, es clave en su futura labor como reina.
Mientras Felipe VI sigue sin corregir sus problemas dentales, Leonor ha tomado un camino distinto. Sabe que la imagen es importante y que su sonrisa debe estar a la altura de su papel. La heredera ha demostrado que, aunque lleve la sangre Borbón, tiene la determinación de marcar su propio rumbo.