Letizia encerraba a Leonor, durante horas en su habitación de Zarzuela
La Reina está obsesionada con que su hija Leonor roce la perfección
Los estándares de la Reina Letizia siempre han sido muy altos para su hija, la princesa Leonor, a la que siempre enfocó para que fuera la mejor versión de ella misma en todos los aspectos de la vida. Especialmente en el académico, donde, para que mejorara día a día y alcanzara la excelencia, Letizia sometía a su hija a larga e intensas jornadas de estudio, llegando a obligar a la princesa a pasar atardecer enteras encerrada en su habitación junto a sus profesores particulares, con la única intención de hacerla llegar, a la fuerza, a la excelencia.
Una situación que Leonor tuvo que aguantar hasta que pudo salir de Zarzuela para estudiar fuera de casa. Una liberación, la de la princesa que, a pesar de llevarla a un ligero bajón en su rendimiento académico, la llevó a tener una vida mucho más feliz, rodeada de amigos y con un ocio que, antes, por culpa de la estricta vida que la obligaba a seguir su madre, Leonor era incapaz de disfrutar. Y es que, para la princesa, no había nada más allá de los estudios y las clases particulares.
Sin embargo, como ya es bien sabido, Leonor tiene y siempre tendrá una importante lección pendiente con la dicción. La princesa nunca ha sido capaz de aprender a hablar de forma fluida en público. Algo que se le nota especialmente, a la hora de hacer discursos, donde sufre mucho para evitar quedarse trabada y a la hora de pronunciar correctamente todas las palabras. Lo que siempre ha puesto de los nervios a una Letizia que no soporta que su hija no sea perfecta en todos los aspectos, algo que ya ha generado importantes tensiones entre madre e hija.
La obsesión de Letizia, la pesadilla de Leonor
La realidad es que la infancia de la princesa Leonor fue un auténtico infierno por culpa de la Reina Letizia, que tenía martirizada a su hija mayor debido a su obsesión con que siempre fuera la mejor de su clase y para que se convirtiera en una Reina intachable. Algo que acabó provocando que Leonor haya tenido una infancia digna de ser olvidada.
Así pues, por culpa de los anhelos de la Reina Letizia, Leonor nunca ha recordado su infancia e inicios de la adolescencia con cariño alguno. Y es que, lejos de haber vivido feliz esa etapa de su vida, la pasó, en la mayoría de ocasiones, encerrada en su habitación, junto a sus decenas de profesores particulares.