Letizia necesitaba ayuda para mantener relaciones de cama con Felipe VI

La reina Letizia no deja de ser sometida a constantes averiguaciones y rumores sobre el cómo, cuándo y dónde de su supuesta relación amorosa con Jaime del Burgo. Este episodio de la vida de la consorte la persigue, y según revelan algunos medios, para la pareja real esto ha representado un constante conflicto que, supuestamente, aunque han intentado resolver por todos los medios, les ha llevado a vivir bajo la sombra de aquella traición que Felipe no habría podido perdonarle.

Toda esta situación los ha llevado a buscar ayuda para mantener la relacion a flote, pero, aparentemente, ni la terapia les ha ayudado. En la actualidad, según Pilar Eyre, desde hace un tiempo, han cesado la convivencia. La relación de los reyes esta fracturada, pero según presunciones, el declive fue poco a poco y con muchos intentos en el camino.

Muchas piedras en el camino

Este distanciamiento se ha atribuido a varios factores, pero uno de los más impactantes fue el escándalo del caso Nóos, que sacudió los cimientos de Casa Real. En aquel entonces, Letizia habría instado a Felipe a tomar medidas drásticas, sugiriendo que, para salvaguardar la monarquía y proteger el futuro reinado de su hija, la infanta Leonor, era necesario distanciarse de cualquier persona asociada con corrupción, incluyendo a su propia hermana, la infanta Cristina.

Aquel episodio se convirtió en un hito en la relación de la pareja, sumándose a otros eventos turbulentos, como la abdicación de Juan Carlos I y el consiguiente escándalo que llevó al exilio del emérito en Abu Dabi. La situación solo empeoró con el tiempo, y la reina Letizia se convirtió en una figura clave en la dinámica familiar, lo que lentamente fue erosionando su relación con Felipe VI.

Más recientemente, se han divulgado informaciones que apuntan a que las presuntas infidelidades de Letizia acentuaron aún más la crisis matrimonial. Según rumores, Felipe habría descubierto en 2013 que su esposa le era infiel, un hecho que desgastó aún más la confianza entre ambos y que marcó el inicio de un periodo de distanciamiento emocional.

Un acuerdo les mantiene “unidos”

A pesar de los problemas, Letizia y Felipe nunca llegaron a formalizar un divorcio. En cambio, han mantenido una fachada de normalidad ante los ojos del público. Siguiendo el ejemplo de sus predecesores, el rey y la reina decidieron vivir juntos, pero con vidas separadas, emulando la tensa coexistencia de Juan Carlos y Sofía en los últimos años de su matrimonio, en el que cada uno lleva su vida por su cuenta. Esto habría sido propuestos por la reina Sofía y habrían firmado un acuerdo que los compromete a seguir juntos por el bien de sus hijas y de la corona.

Con el propósito de intentar salvar su matrimonio y las relaciones íntimas, presuntamente, Felipe y Letizia recurrieron a la terapia. Sin embargo, a pesar de sus intentos, la distancia emocional y la desconfianza eran demasiado profundas. Se sospecha que, lo largo de los años, han experimentado períodos de mayor y menor cercanía, pero nunca han logrado recuperar la conexión que tenían durante sus primeros años de matrimonio.

En la actualidad, con los recientes escándalos salpicando su relación, se ha evidenciado que el matrimonio ha sufrido un golpe fatal. Aunque ambos continúan residiendo en el palacio de la Zarzuela, se ha hecho evidente que han cesado de convivir como pareja. Sus vidas se han fragmentado, y la falta de intimidad y conexión emocional ha hecho que la situación sea aún más insostenible.