Letizia y Felipe VI engañaron al Papa Francisco hasta el día de su muerte

Un matrimonio rodeado de sombras y secretos que ha marcado la historia reciente de la monarquía

Letizia y Felipe VI engañaron al Papa Francisco hasta el día de su muerte

Durante años, la historia oficial pintó a los Reyes Felipe VI y Letizia como una pareja ejemplar ante la Iglesia. Pero detrás de la ceremonia en la Almudena, había una verdad que ahora comienza a salir a la luz. Letizia no era católica practicante. Ni siquiera creía. Y para poder casarse, mintió.

Según revelaciones de su primo, David Rocasolano, Letizia abortó antes de casarse. Fue en la Clínica Dator, en Madrid. El entonces príncipe Felipe movió cielo y tierra para borrar cualquier rastro. Sabía que la Iglesia jamás aprobaría ese matrimonio si conocía el pasado de su prometida. Y mucho menos la reina Sofía.

Letizia nunca hizo una verdadera conversión. Fue una actuación. Un papel ensayado. Según el escritor Leonardo Faccio, fingió devoción, habló de "haber visto la luz" y se presentó como una mujer renovada. Todo para poder casarse por la Iglesia. Todo para mantener las formas.

Papa Francisco EFE

La gran farsa ante el Papa Francisco

El 30 de junio de 2014, pocos días después de la proclamación del Rey, Felipe y Letizia viajaron al Vaticano. Fue su primer acto internacional como Reyes. Allí se reunieron con el Papa Francisco. Sonrisas, reverencias, y una Letizia con mantilla, que rezaba ante las cámaras. Pero todo era fachada.

Francisco, conocido por su humildad y memoria prodigiosa, saludó con afecto. No sabía que estaba siendo engañado. Letizia había renegado de la Iglesia durante años. No asistía a misas, ignoraba la Semana Santa y se mostraba crítica con todo lo que oliera a religión.

Lo más triste es que el Papa nunca llegó a saberlo. Murió este lunes, 21 de abril, sin conocer la verdad completa. La reina jugó su papel hasta el final. Pero el engaño fue real. Engañaron al Pontífice, a la Iglesia, y a todo un país. Y lo hicieron con total frialdad.

Detrás de los protocolos y las apariencias, queda al descubierto una historia de manipulación. Una verdad que incomoda. Y que, para muchos, mancha la relación entre la Corona española y la fe católica para siempre. El matrimonio real, construido sobre mentiras y engaños, quedó en evidencia como una farsa que nunca debió haber ocurrido