Mary Donaldson y Federico X están muy preocupados por la vida nocturna de su hijo, Christian de Dinamarca
Los Reyes Mary y Federico ven como el Príncipe Christian vive sin ningún orden
La Casa Real de Dinamarca lleva años sufriendo golpes a su imagen por culpa de los problemas entre Mary Donaldson y Federico X. Una crisis de imagen que ha provocado que en el seno de la Realeza comiencen a trabajar duramente en el mantenimiento y recuperación de una imagen pública que necesita, con urgencia, cierta estabilidad y mucha más solidez.
Sin embargo, quien no parece estar dispuesto a ponérselo nada fácil, es su hijo, el Príncipe Christian, el cual, lejos de mantener el orden en su vida, parece estar mucho más preocupado por pasarlo bien sin ningún tipo de control que por tratar de mantener un perfil bajo y evitar causar problemas a la Casa Real. Y es que, su gusto por la noche de Copenhague está comenzando a suponer un importante problema para el bien de la Realeza danesa, donde ya se temen que pueda haber un escándalo, por culpa de las aficiones nocturnas y poco sanas del Príncipe Christian.
La fiesta, el alcohol y las mujeres, protagonizan la vida de Christian
Ante esta complicada situación, fuentes cercanas a la Casa Real de Dinamarca aseguran que Christian lleva una vida realmente desordenada. El joven príncipe danés arrastra graves problemas conductuales siempre que sale de fiesta. Algo que hace de forma demasiado habitual para la tranquilidad de sus padres, Mary y Federico, que saben que siempre que sale de noche acaba rodeado de mujeres y consumiendo demasiado alcohol.
Y es que, a pesar de haber intentado de todo para reconducir la desordenada vida del Príncipe Christian, los Reyes de Dinamarca ven como nada cambia en el día a día de su hijo, el cual, tras regresar de su aventura por África, ha retomado sus costumbres poco sanas de salir de forma regular y descontrolada, por los locales más selectos de Copenhague.
Christian ha heredado las costumbres de Federico X
A decir verdad, todo parece indicar que el joven Christian ha heredado las mismas malas costumbres de su padre, Federico X, quien, a su edad, también destacó por tener una vida llena de fiestas, mujeres y alcohol. Un gusto por la noche que tuvo que acabar cambiando, por las obligaciones de la Casa Real, el protocolo de la cual, no admite escándalos en la vida nocturna de sus miembros.
Así pues, cada vez hay mayor preocupación por las malas costumbres de Christian de Dinamarca, un Príncipe cuya vida nocturna podría comenzar a pasar una seria factura, pues, sus padres ya temen que se comience a ganar una mala imagen en el país.