Miguel Urdangarin y sus amigos nunca pagan porque hay órdenes explícitas de no cobrar a ningún Borbón

Si hay algo que el Rey Juan Carlos I supo hacer a lo largo de su trayectoria como Rey de España, fue el hecho de labrarse una agenda de contactos prácticamente infinita. Mediante dicha agenda, el emérito fue capaz de contar con muchos beneficios, tanto para él como para el resto de la familia real en miles de lugares de lujo, incluyendo hoteles, restaurantes y tiendas de alto standing de todo el planeta. Unos beneficios que ahora, no solo goza el emérito, sino que también están aprovechando sus nietos. En especial, Miguel Urdangarin, que ya es conocido en Londres por ser el que nunca paga sus cuentas.

En este sentido, los mejores restaurantes de la capital de Inglaterra ya están alertados sobre lo que puede pasar si Miguel Urdangarin entra, con sus amigos, a algún local de lujo. Y es que, lejos de asumir las altísimas cuentas que llega a generar en sus cenas o comidas de amigos, el hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina alega ser miembro de la Casa Real y nieto de Juan Carlos I para librarse de pagar todo lo que debe. Algo que ya ha provocado más de un problema a algún establecimiento, donde se han quedado sin cobrar cuentas de varios miles de libras.

La órden es clara, no se cobra a un Borbón

La realidad es que los buenos contactos e influencia de Juan Carlos I, han hecho que la estrategia de Miguel, rara vez deje de funcionar. Pues, el nieto del emérito sabe perfectamente en qué establecimientos puede usar la carta de ser miembro de la Casa Real de España.

Como señala Pilar Eyre, no son pocos los establecimientos de lujo en los que Juan Carlos I cuenta con un contacto directo y donde él y su familia lo tienen todo a su disposición sin ningún tipo de coste: “Lo tiene todo pagado y en todas partes. El Hotel Four Seasons de Ginebra, por ejemplo. Uno de los hoteles más caros del mundo es gratis para él porque es propiedad del príncipe saudí Al-Walid bin Talal.”

Así pues, lejos de asumir el coste de todo lo que llega a consumir y gastar, Miguel Urdangarin se ha acostumbrado a aprovechar su condición de Borbón para librarse de pagar facturas que, en muchas ocasiones superan con creces los mil euros, en algunos de los mejores restaurante de Londres, donde acude con sus amigos.