Ni el Príncipe Alberto ni Charlene de Mónaco son los verdaderos padres de Jacques y Gabrielle

La crianza de Jacques y Gabrielle ha estado a cargo de terceras personas

Ni el Príncipe Alberto ni Charlene de Mónaco son los verdaderos padres de Jacques y Gabrielle

El matrimonio del Príncipe Alberto y de Charlene de Mónaco siempre ha estado marcado por la tremenda infelicidad en la que llevan casi 14 años sumidos. Los Príncipes monegascos han usado su matrimonio como una cortina de humo para tapar las vergüenzas de Alberto II a cambio de llenar de dinero y poder a una Charlene que, a cambio, ha perdido toda su estabilidad mental y anímica. Pues, a raíz de su abrupta relación matrimonial Charlene ha pasado más tiempo luchando contra las adicciones que siendo feliz, por ejemplo, junto a sus dos hijos, Jacques y Gabrielle.

En este sentido, tal y como se han encargado de revelar medios franceses cercanos al Principado de Mónaco, ni Jacques ni Gabrielle han crecido junto a sus padres. De hecho, a pesar de que saben que Charlene y Alberto son sus progenitores, no acaban de tener una relación tan cercana como se pudiera esperar. Pues, ni Alberto II ha estado presente ni Charlene ha estado en condiciones de criar bien a sus hijos.

Alberto

Jacques y Gabrielle ven a sus cuidadores como los padres

Al fin y al cabo, los hijos de los Príncipes de Mónaco se han criado más tiempo con sus cuidadores y familiares como Carolina de Mónaco que con sus verdaderos padres. Es por este motivo que, tal y como apuntan fuentes cercanas, a veces no los ven ni como tal, Jacques y Gabrielle ven a sus cuidadores como sus padres de verdad. Pues, son ellos los que los llevan de compras, de paseo o los acompañan al colegio diariamente.

Esta realidad viene provocada por el inexistente deseo de Alberto II a la hora de convertirse en padre, algo que hizo por la presión de tener un sucesor, y por la incapacidad de Charlene de mantenerse estable a nivel mental. Pues, por culpa de sus adicciones y depresiones, la Princesa de Mónaco no ha podido ser esa madre presente y atenta que siempre deseó ser.

Así pues, Jacques y Gabrielle no ven a Alberto y Charlene como sus padres de verdad. Pues, los que los han acabado criando han sido el equipo de cuidadores del Principado de Mónaco y su tía Carolina que ha estado mucho más atenta a sus sobrinos que nadie.