Pablo Urdangarin distancia de su abuelo Juan Carlos I, de su vida y de la de su novia, Johanna Zott
El nieto más alejado de Juan Carlos I no quiere estar cerca de su abuelo
Si hay una figura dentro de la familia real que está distanciada de Juan Carlos I, ese es Pablo Urdangarin. El hijo de Iñaki Urdangarin vive absolutamente centrado en su carrera como jugador de balonmano profesional y no quiere mezclarse con las altas esferas de la Realeza de España. Una situación que lo habría llevado a mantenerse muy lejos de su abuelo, un Juan Carlos I al que considera una influencia absolutamente nefasta para el devenir de su vida, tanto deportiva como personal. Es por este motivo que también lo ha alejado de su novia, Johanna Zott, quien apenas conoce al emérito.
Según hemos podido saber, Pablo Urdangarin es el miembro de la Casa Real que menos veces ha viajado hasta Abu Dhabi para estar con su abuelo. En este sentido, el emérito está ciertamente decepcionado con la actitud de su nieto, que se ha acabado convirtiendo en el elemento disonante de la Realeza. Y es que, su cercanía con su padre Iñaki Urdangarin, ha llevado a Pablo a poner cierta distancia con su abuelo, un Juan Carlos I al que el clan Urdangarin considera su mayor enemigo.
Pablo tampoco quiere que su novia se acerque a su abuelo
Ante esta situación, Pablo no quiere que aquellas personas a las que más aprecia se acerquen a Juan Carlos I, una figura que considera tóxica y al que acusa de todos los males que le han pasado a su padre Iñaki. Es por este motivo que Pablo Urdangarin ha decido mantener a su novia, Johanna Zott lejos de su abuelo, al que apenas conoce.
Además, el hecho de que Juan Carlos I nunca pase por Barcelona cuando viaja a España no facilita las cosas. Y es que, con su ajetreada vida como deportista profesional hace que sea imposible que pueda acercarse hasta Madrid para ver al emérito cuando sale de Abu Dhabi.
Juan Carlos tiene sus nietos favoritos
La realidad es que el trato de Juan Carlos I con sus nietos es muy diferente. En este sentido, el emérito siempre ha considerado a Victoria Federica como su nieta favorita, a la que le permite hacer todo lo que quiera. Desde ser influencer hasta tener una vida absolutamente fuera de lo normal para un miembro de la Casa Real. Algo que no ha sido igual con un Pablo Urdangarin por el que Juan Carlos I nunca ha tenido ni un solo detalle.