Pablo Urdangarin ha explicado a su padre que Juan Carlos I ha empeorado de gravedad
Iñaki Urdangarin ya sabe la verdadera situación del emérito
A pesar de que cuando entró en prisión, Iñaki Urdangarin juró vengarse del que entonces era su suegro, la realidad es que está más interesado que nadie por el estado de salud de Juan Carlos I. Y es que, después de alcanzar un acuerdo de divorcio con la infanta Cristina, ha acabado siendo el emérito, el encargado de pagar una pensión que comenzó siendo de 25.000 euros al mes y que ahora podría alcanzar los 50.000 euros. Una cifra que en Zarzuela, solamente el emérito sería capaz de poner sobre la mesa, de forma mensual.
Ante esta situación, ha sido Pablo Urdangarin, el que ha trasladado a su padre que el estado de salud del don Juan Carlos I comienza a ser un motivo de seria preocupación. Y es que, el equipo médico que sigue la evolución del emérito en Abu Dabi le ha confirmado que no va a poder andar con normalidad, nunca más. Algo que ha afectado gravemente a la situación de Juan Carlos I, que quedó absolutamente devastado por la noticia.
Además, el hecho de tener que seguir viviendo en Emiratos Árabes, a miles de kilómetros de España no ayuda al padre de Felipe VI que se siente solo, abandonado por los suyos y tiene auténtico pánico a morir lejos de su tierra y a no poder tener el entierro que él considera que se merece su figura.
Pablo se lo cuenta todo a su padre
La realidad es que Pablo Urdangarin es el hijo que más contacto mantiene con su padre. De hecho, todo lo que Iñaki sabe sobre el emérito, le ha llegado mediante sus conversaciones con su hijo. Que le explicó con pelos y señales todo lo que vio la última vez que viajó con la infanta Cristina y sus tres hermanos a Abu Dabi para estar con su abuelo. Pablo vio muy perjudicado a Juan Carlos I, que no se puede mover y sufre intensos dolores en sus piernas. Algo que ya ha trasladado a su padre, que está muy pendiente de la evolución de su exsuegro.
Así pues, por interés en su pensión vitalicia, Iñaki Urdangarin está más que al día de la evolución de la salud de Juan Carlos I. Y es que el emérito está en un momento crítico de su vida en el que ni mentalmente ni físicamente se encuentra en buen estado.