Paloma Rocasolano ha sido investigada por Casa Real por una trama en la familia altamente preocupante
Un pasado republicano mantiene las alarmas encendidas, la familia de Letizia es vigilada
Juan Carlos I y Sofía siempre mantuvieron la vida sentimental de Felipe espiada. Los riesgos de escoger mal serian fatales para Casa Real, la mujer que eligiera su hijo para compartir la vida sería la reina de España, y no podía ser cualquiera. Así es que, cuando aparece Letizia en el camino del entonces príncipe, ella y toda su familia habrían sido sometidos a una exhaustiva indagación.
La vida de sus familiares encendió las alarmas de Zarzuela, y es que su pasado republicano y comunista era sinónimo de preocupación para la corona. Este hecho, presuntamente, generó inquietud en el Palacio de Zarzuela, y es que, la familia real siempre se ha encontrado bajo un creciente escrutinio, y por supuesto porque, el republicanismo, como ideología, es antagónico a la monarquia.
El CNI, al servicio de la corona
En el libro “Al servicio de su majestad”, Fernando Rueda, reveló detalles de cómo Casa Real usó los servicios del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) para someter a averiguaciones profundas a todas las protagonistas de los romances de Felipe. Aunque estos informes nunca han salido a la luz, habrían sido entregados al rey Juan Carlos, quien seguía de cerca cada paso que daba su hijo, futuro rey de España.
Este servicio segun Rueda, fue usado por los eméritos para investigar a Letizia y a toda su familia. Paloma Rocasolano fue blanco de las averiguaciones, y es que era sabido que su padre tenia un pasado que podía perjudicar la imagen de la corona si la relación entre Letizia y Felipe seguía adelante.
La imagen de letizia manchada por el pasado de su abuelo
Francisco Rocasolano Camacho, abuelo materno de la Reina Letizia, nació 1918, fue un taxista que combatió en el bando republicano durante la Guerra Civil Española. La preocupación de los reyes radicaría en que la historia familiar de Letizia podía ser presentada en un contexto mal interpretado como un resurgimiento de viejas divisiones en la sociedad española. Y si la futura reina hubiera heredado estos ideales políticos, la imagen de la corona estaría en riesgo. De ahí partiría también, la oposición de los reyes a la relación de Letizia con Felipe, a quienes no lograron separar.
La Guerra Civil dejó profundas cicatrices en España y el legado de los republicanos ha sido un tema delicado en el seno de la monarquía, que fue restaurada en 1975 bajo el reinado de Juan Carlos I, quien fue visto como un símbolo de la transición a la democracia. La figura de Letizia, nacida en una familia con antecedentes claramente situados en el bando perdedor de la guerra, pone sobre la mesa dilemas históricos que muchos preferirían evitar. Los reyes eméritos, al no lograr la disolución de la relación entre Felipe y Letizia, habría recurridos a su habitual protocolo en estos casos: minimizar el impacto mediático y reafirmar el carácter apolítico de la institución.
La familia de Letizia, que incluye a su madre, Paloma Rocasolano, y sus hermanas, ha cuidado de proteger su intimidad y distanciarse de los reflectores, especialmente en lo que respecta a su historia familiar. Sin embargo, la influencia de estos antecedentes constantemente reaviva debates sobre la reconciliación y la memoria social en un país que todavía lucha por hacer las paces con su pasado.