Paloma Rocasolano, implicada en las infidelidades de Letizia a Felipe VI
La madre de la reina jugó un papel clave en el encubrimiento del romance con Jaime del Burgo.
Finalmente, el rol de Paloma Rocasolano en uno de los escándalos más importantes que han agitado a la Casa Real española ha emergido. La madre de la reina Letizia no se limitó a observar los encuentros secretos entre su hija y Jaime del Burgo, sino que, de acuerdo con recientes revelaciones, habría desempeñado un papel crucial en la ocultación de esta relación extramatrimonial durante años.
Una buhardilla como refugio secreto
Jaime del Burgo, el individuo en el núcleo de esta controversia, ha afirmado poseer evidencias incuestionables que evidencian la implicación directa de Paloma Rocasolano. El uso constante de una buhardilla, propiedad de la madre de la reina, es uno de los datos más inquietantes, donde Letizia y Jaime mantenían sus relaciones en absoluta confidencialidad.
Paloma, totalmente consciente de la situación, no solo daba permiso a que su hogar se empleara como refugio para estos encuentros amorosos, sino que también colaboraba de manera activa para que todo ocurriera sin generar dudas. Así, la madre de Letizia se habría transformado en una "cooperadora imprescindible", ofreciendo las condiciones óptimas para que su hija pudiera tener una cita con Jaime del Burgo, a expensas de Felipe VI y de los servicios de seguridad responsables de la reina consorte.
La declaración de Jaime del Burgo, quien ha amenazado con escribir un libro en el que detallará cada parte de esta historia, sugiere que Paloma Rocasolano no solo tenía conocimiento de la relación, sino que actuó con el objetivo absoluto de ocultarla. Según él, las evidencias que tiene podrían revelar no solo la colaboración de Paloma, sino la táctica completa que facilitó el mantenimiento de este secreto durante un largo periodo.
El falso matrimonio entre Telma Ortiz y Jaime del Burgo
Otra de las facetas más polémicas de este escándalo es el supuesto matrimonio entre Telma Ortiz, hermana de Letizia, y Jaime del Burgo. Nunca existió esta relación, sino una estrategia meticulosamente diseñada para desviar la atención y prevenir que Felipe VI o cualquier otro individuo sospechara del auténtico lazo entre Letizia y el letrado.
Lejos de resistirse a esta farsa, Paloma Rocasolano la respaldó e incluso se involucró en su organización. Era consciente de que esta relación era un maquillaje diseñado para salvaguardar a su hija y facilitarle mantener su relación secreta con Jaime sin generar sospechas. Esta cooperación proactiva pone de manifiesto que Paloma no fue simplemente una amiga, sino un componente crucial en una estrategia meticulosa.
Parece que el rey Felipe VI ha interrumpido por completo su vínculo con su suegra. Las desveladas acerca de la implicación de Paloma Rocasolano han creado un abismo irrevocable entre ambos, y la confianza que en algún momento existió parece haberse desvanecido por completo.
En cuanto a Paloma, actualmente vive bajo la sombra de las posibles evidencias que Jaime del Burgo amenaza con divulgar. La madre de Letizia tiene el miedo de que cada nuevo testimonio del letrado revele más detalles que puedan perjudicar, no solo la reputación de su hija, sino la de toda la familia real de España.