Paloma Rocasolano pasa de vivir en una buhardilla de 37 metros a construir un chalet en la zona rica de Madrid
Paloma Rocasolano da un importante giro a su vida personal con una nueva residencia que refleja su evolución

La vida de Paloma Rocasolano ha dado un giro inesperado. Hace apenas unos años, la madre de la reina Letizia residía en una pequeña buhardilla de apenas 37 metros cuadrados en Madrid. Una vivienda modesta que contrastaba con su cercanía a la Casa Real.
Su papel fue clave en los momentos más delicados de la familia. Cuando Letizia viajaba a Nueva York para reunirse con Jaime del Burgo, Paloma era quien cuidaba de las infantas Leonor y Sofía. Durante años, su presencia en el Palacio de la Zarzuela fue habitual. Sin embargo, tras la crisis interna provocada por los rumores de infidelidad de Letizia, Felipe VI decidió poner distancia entre su familia política y la vida oficial de la monarquía.
Con el tiempo, Paloma dejó Madrid para instalarse en Murcia. Allí, en la tranquila localidad de Los Belones, encontró refugio junto a su pareja, Marcus Brandler. La vida en el sureste español, cerca del mar y lejos de los focos mediáticos, le permitió recuperar la calma. Según vecinos de la zona, su integración fue absoluta: hacía la compra en los comercios locales y frecuentaba los negocios del pueblo como una vecina más. A pesar de todo, esta etapa de discreción está a punto de terminar.
Regreso a Madrid con un chalet de lujo
Paloma Rocasolano tiene nuevos planes. Tras varios años en Murcia, ha decidido regresar a Madrid para comenzar una etapa diferente. Y lo hará a lo grande. La madre de Letizia está construyendo un chalet en una de las zonas más exclusivas de la capital. La vivienda, que actualmente se encuentra en proceso de reforma, supone un cambio radical en su estilo de vida. Ya no habrá más buhardillas humildes ni residencias de paso. Paloma apuesta por una casa amplia, moderna y adaptada a su nueva situación.
Este movimiento marca también una distancia definitiva con la Casa Real. Paloma ha optado por crear su propio espacio, lejos de la sombra de Zarzuela, pero cerca de sus raíces. Con este paso, cierra un capítulo de su vida marcado por la discreción y abre otro donde la independencia y el bienestar personal son ahora su máxima prioridad.