Zarzuela colecciona decenas de multas de tráfico de Letizia
El comportamiento al volante de la reina que despierta cada vez más críticas

La reina Letizia es una apasionada de la conducción, y no lo oculta. A diferencia de otras figuras de la realeza que prefieren chóferes, ella disfruta ponerse al volante, sobre todo de coches de alta gama. Sin embargo, esta afición le ha traído más de un problema. En los últimos años, el Palacio de la Zarzuela ha acumulado un buen número de multas vinculadas a su forma de conducir.
Exceso de velocidad, uso del móvil al volante y maniobras arriesgadas forman parte de la lista de infracciones que han ido sumando sanciones. Según algunas fuentes, en la Casa Real hay preocupación, pero Letizia no parece dispuesta a renunciar a su independencia al volante.
Uno de los episodios más polémicos lo contó el periodista Alfredo Urdaci. Asegura que la reina sufrió un accidente grave en Madrid por ir demasiado rápido bajo la lluvia. Aunque el suceso fue gestionado con discreción, quedó en la memoria de quienes conocen su historial en la carretera.
Una reina con necesidad de velocidad
No es la primera vez que Letizia es señalada por su estilo de conducción. En una biografía no autorizada, el periodista Joaquín Abad relata cómo un conductor en la A-6 se llevó una sorpresa al ver que el Mercedes que zigzagueaba frente a él estaba siendo conducido por la propia reina.
Además de la velocidad, otro de sus puntos débiles es el móvil. Ha sido vista en más de una ocasión utilizándolo mientras conduce, una conducta que está prohibida y que pone en riesgo a todos en la vía.
Ante el creciente número de multas, en Zarzuela han intentado tomar medidas. Se ha hablado de limitar el tiempo de Letizia al volante o incluso de prohibírselo en ciertas circunstancias. Sin embargo, la reina considera la conducción una forma de liberación y no parece dispuesta a ceder.
Mientras tanto, el número de sanciones sigue creciendo, y con él, el debate sobre si la reina debería dar ejemplo respetando las normas de tráfico. Como figura pública, su comportamiento al volante no pasa desapercibido, y muchos consideran que debería ser más prudente para evitar riesgos y dar una imagen de responsabilidad.