Zarzuela obligó a Leonor a devolver el regalo que Juan Carlos I le hizo cuando cumplió 18 años
El coche que el exrey quiso regalarle a su nieta fue rechazado para proteger la imagen de la futura reina.
Al cumplir Leonor los 18 años, Juan Carlos I se esforzó por preservar una costumbre familiar: otorgar un automóvil a sus nietos al cumplir la mayoría de edad, tal como ocurrió años antes con su hijo, Felipe VI.
No obstante, en este caso, el obsequio del exmonarca no resultó en el desenlace previsto. Zarzuela determinó que la princesa de Asturias no debía recibir el obsequio, y poco después de su arribo al Palacio Real, el automóvil fue devuelto al concesionario.
El rechazo no fue una elección fácil, pero la Casa Real consideró que recibir un obsequio del rey emérito, en medio de los escándalos que han impactado su reputación en años recientes, podría poner en riesgo la reputación de Leonor como sucesora al trono. Además, la reina Letizia, siempre alerta para salvaguardar el porvenir de su hija, defendió con firmeza esta posición. A pesar de que el exmonarca podría sentirse incómodo ante la negativa, Zarzuela valoró la integridad institucional por encima de los vínculos personales.
Para Leonor, la acción de su abuelo fue relevante. La princesa joven, que en ese momento iniciaba su educación militar en Zaragoza, percibía en su primer automóvil un emblema de autonomía y madurez. A pesar de que no logró mantener el vehículo, quedó evidente que el obsequio representaba un gesto de cariño de Juan Carlos hacia su nieta mayor.
Un año después: recuerdos y reflexiones
Tras cumplir sus 19 primaveras, Leonor continúa concentrada en sus obligaciones como sucesora del trono. Su educación en los tres ejércitos —tierra, mar y aire— y su participación en eventos públicos demuestran su preparación para tomar, en el futuro, las responsabilidades de gran envergadura de la Corona. No obstante, su 19.° aniversario reactiva la memoria de aquel suceso polémico del año previo.
El vehículo, cuya marca nunca se confirmó oficialmente, fue considerado un acto generoso, aunque con repercusiones polémicas. Juan Carlos I había mantenido la misma costumbre con otros nietos, sin embargo, las situaciones que envuelven su figura provocaron que este obsequio tuviera un efecto distinto. Desde su reclusión en Abu Dabi, el monarca emérito ha intentado preservar la vinculación con su familia, pese a que las restricciones establecidas por la Casa Real han obstaculizado sus esfuerzos.
Para muchos, este capítulo muestra el frágil balance que Zarzuela trata de preservar entre el ámbito familiar y el institucional. Por otro lado, Leonor continúa con una disciplina que fusiona sus compromisos públicos con su vida privada, siempre bajo la vigilancia de la sociedad.
Pese a que el vehículo volvió al concesionario y no se incluye en los recuerdos tangibles de la princesa, el acto de su abuelo se mantiene como un episodio relevante en la vida de Leonor. A sus 19 años, el reto de equilibrar las costumbres familiares y las demandas del rol que juega sigue definiendo su trayectoria hacia el porvenir. Hoy en día, la princesa de Asturias continúa enfocada en sus estudios en la Academia Militar de Zaragoza para establecer su legado como futura heredera al trono.