Alberto de Mónaco lleva años escondiendo su problema con las adicciones

El Príncipe Alberto no se controla con los excesos

Alberto de Mónaco lleva años escondiendo su problema con las adicciones

Hace años que el Príncipe Alberto muestra un aspecto físico visiblemente deteriorado. En este sentido, no solamente el paso de los años ha hecho mella en la condición física del Príncipe de Mónaco, sino que las malas costumbres de Alberto II también han tenido un importante efecto en su visible empeoramiento. Y es que, tanto en lo que se refiere a la alimentación, como en sus problemas con el alcohol. El cual ha acabado provocando que los médicos de Mónaco hayan pedido a Alberto, que comience a controlar sus excesos.

Ante esta situación, tal y como revelan fuentes cercanas al Principado de Mónaco, hace muchos años que el Príncipe Alberto mantiene una relación muy complicada con la bebida. Y es que, a pesar de que no ha trascendido de la misma forma en que lo han hecho las archiconocidas adicciones de Charlene, que al igual que su marido, es incapaz de contenerse a la hora de consumir sustancias perjudiciales para su cuerpo.

Tal y como delata su estado físico, el Príncipe Alberto nunca ha disfrutado a la hora de cuidar su cuerpo. No lleva una dieta nada equilibrada y acusa serios problemas para regular su consumo de alcohol. Lo que ha provocado que le sea imposible mantener una línea aceptable por parte del equipo médico a su cargo, el cual ha avisado a Alberto en reiteradas ocasiones. Pues su evolución es muy preocupante.

Alberto

El whiskey, la perdición de Alberto II

Según han desvelado fuentes cercanas al Principado de Mónaco, el problema del Príncipe Alberto radica en su gusto por el whiskey. Y es que no hay día en el que no consuma más de una copa de su licor más caro y de mayor calidad. Una situación que empeora cuando Alberto II tiene un mal día. Lo que hace que acabe bebiendo mucho más de la cuenta para olvidar las penas y superar sus malos momentos.

Así pues, hace muchos años que el Príncipe Alberto esconde un serio problema con el alcohol. Pues, es incapaz de controlarse a la hora de consumir whiskey, un licor que se ha convertido en su mayor perdición. Y es que es incapaz de pasar un día entero sin beber de sus mejores botellas.