Carlos III está muy enfadado por las faltas de respeto del Príncipe Guillermo

Guillermo de Gales cada vez se preocupa menos por su padre

Carlos III está muy enfadado por las faltas de respeto del Príncipe Guillermo

A pesar de que Carlos III se resiste a dar un paso al lado para comenzar a tratarse, como es debido, de su cáncer de colon y hacer que sea el Príncipe Guillermo el máximo representante de la Casa Real de Gran Bretaña, Carlos III considera que debe tener a su hijo lo más cerca posible en todo momento. Una situación que no parece acabar de entender un Guillermo que sigue haciendo una vida absolutamente normal, mientras, en la medida de lo posible, va estando pendiente de la evolución de su padre.

Es por este motivo que semanas atrás vimos como Guillermo y Kate Middleton se iban de vacaciones hasta el Caribe, sin dar especial importancia al hecho que los médicos habían comunicado a Carlos III que le podía quedar un solo año de vida. Una situación que generó mucha molestia en el Rey de Inglaterra, que se sintió abandonado por su propio hijo. al que culpó de haberse despreocupado por completo de su situación.

Sin embargo, a pesar de esa discusión, la cual todavía colea por Buckingham, Guillermo de Gales sigue disfrutando de la vida como siempre. De hecho, recientemente fue visto en el estadio de su equipo, el Aston Villa, disfrutando de una noche de fútbol, mientras Carlos III se encontraba de viaje institucional en Italia. Una situación que sorprendió a los medios ingleses, que han llegado a la conclusión de que Carlos III está muy decepcionado por la poca implicación de su hijo en el día a día de la Casa Real.

Carlos III

Carlos III cree que Guillermo no lo está respetando

Tras este último pequeño desplante, según hemos podido saber, Carlos III está profundamente decepcionado con el Príncipe Guillermo. Considera que no está respetando su delicado estado de salud y cree que no está haciendo todo lo que debe para acompañarlo en estos momentos tan delicados de su vida. Algo que no habría gustado nada a un Guillermo que está decidido a hacer vida normal mientras está pendiente de su padre.

Así pues, lo que comenzó siendo una simple discusión entre padre e hijo ha acabado convertido en un problema mayúsculo por culpa de que Carlos III no se siente ni querido ni respetado por su hijo y Guillermo que se siente demasiado exigido por parte de su padre.