Charlene de Mónaco acepta seguir casada con el Príncipe Alberto a cambio de un sueldo millonario
La relación entre los Príncipes de Mónaco lleva años rota

Desde que en el año 2011, el Príncipe Alberto y Charlene se dieron el sí quiero, para dar comienzo a su relación matrimonial, no eran pocos los que mostraban serias dudas respecto de la pareja que formaban el monegasco y la sudafricana. Y es que, lejos de aparentar ser una pareja bien avenida y hecha a base de amor, cariño y respeto, ambos han evidenciado siempre que su matrimonio siempre ha tenido como base el interés mutuo. Dejando de lado cualquier ápice de sentimientos o de cualquier cosa que no fuera ansia de dinero y poder.
En este sentido, tal y como han ido revelando los medios franceses, Charlene ha ido dando muestras de ser incapaz de soportar la presión de ser la Princesa de Mónaco y de aguantar todas las infidelidades a las que ha sido sometida por parte de su marido. Un Alberto II, que nunca ha tenido miramientos a la hora de meterse en la cama con otras mujeres. Algo que habría hecho incluso, mientras Charlene estaba en el mismo domicilio.
Esta situación habría provocado que la relación entre Charlene y Alberto lleve ya varios años absolutamente rota. No se soportan y cada segundo que Charlene pasa cerca de su marido es un completo infierno. Sin embargo, la sudafricana parece más que decidida a seguir casada con el hombre que más odia en esta vida. Todo por su ansia insaciable de dinero, poder y nivel en la sociedad.
A Charlene le espera una vida al estilo Reina Sofía
Cabe destacar que en España ya conocemos de cerca lo que les pasa a mujeres en la situación de Charlene de Mónaco. Y es que la Reina Sofía, al igual que su homóloga sudafricana tampoco se divorció de su marido, un Juan Carlos I que, como Alberto II, nunca guardó la más mínima fidelidad por su esposa y que jamás sufrió las consecuencias de tener que enfrentarse a un sonado divorcio por culpa de sus malas costumbres.
Así pues, a cambio de un sueldo millonario, ha sido que Charlene de Mónaco ha acabado aceptando seguir siendo la esposa de Alberto II. Un plan que está llenando los bolsillos de la sudafricana, pero que la está dejando devastada a nivel psicológico.