El Príncipe Alberto y Charlene de Mónaco llevan años sin compartir hogar

El matrimonio entre Charlene y Alberto está más que roto

El Príncipe Alberto y Charlene de Mónaco llevan años sin compartir hogar

Desde el principio, el matrimonio entre Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto se encuentra en un punto crítico. Los Príncipes de Mónaco nunca han sido capaces de llevarse bien y de tener una relación mínimamente sana. En este sentido, siempre ha habido serias dudas respecto de si realmente ha habido algo de amor entre Charlene y Alberto o si ese matrimonio ha sido un mero pacto con la intención de evitar líos y problemas alrededor de la figura del Príncipe Alberto. Que para convertirse en un príncipe con garantías y con cierta estabilidad.

Ante esta situación, las constantes infidelidades por parte del Príncipe Alberto, han acabado haciendo que una relación que ya venía tocando desde el principio haya acabado siendo un auténtico desastre que ha generado un importantísimo dolor en la salud mental y emocional de Charlene, que ha acabado con una severa adicción a los fármacos.

Todo esto acabó provocando que el día a día fuera insoportable. Es por este motivo que por prescripción médica y por su propio bien, Charlene de Mónaco tomó la decisión de abandonar la residencia que compartía con Alberto II, para comenzar una nueva vida en la frontera entre Mónaco y Francia. Una decisión que, según fuentes cercanas al Principado, Charlene tomó hace ya varios años y después de llegar a un acuerdo con su marido, al que aparentemente nunca le importó demasiado que su esposa comenzara a vivir a varios kilómetros de distancia.

Charlene

Charlene se refugia en un castillo secreto

La realidad es que por su propio bien, la Princesa Charlene tomó la decisión de mudarse a un punto absolutamente alejado del centro de la ciudad para evitar ser perseguida por las cámaras y por los periodistas. La esposa de Alberto II necesita vivir en absoluta tranquilidad y lo ha logrado gracias a una mudanza que la ha llevado a estar muy cerca de Francia. Concretamente en un castillo donde está rodeada de lujos y donde no le falta nunca de nada.

Así pues, por el bien de su salud mental, Charlene de Mónaco tomó la decisión de poner fin a su convivencia con el Príncipe Alberto para comenzar a vivir a varios kilómetros de distancia y alejada del estrés provocado por las miradas indiscretas y la fotografía de los paparazzi.