Iñaki Urdangarin acude todas las semanas a la misma cita en Vitoria

El paso por prisión convirtió a Iñaki Urdangarin en una persona muy fiel

Iñaki Urdangarin acude todas las semanas a la misma cita en Vitoria

Iñaki Urdangarin salió de sus cinco años de cárcel como si fuera una persona completamente nueva. En Brieva, el que fuera Duque de Palma pasó varios de los momentos más complicados de su vida. La privación de libertad hizo que Iñaki Urdangarin tuviera tiempo de sobra para planear su venganza sobre los Borbón y para ir preparando cada paso para sacar hasta el último céntimo de los bolsillos de Juan Carlos I y de la infanta Cristina. Sin embargo, más allá de la sed de venganza, Urdangarin también se fue convirtiendo en un hombre especialmente devoto y centrado en la religión cristiana.

En este sentido, en Vitoria han quedado especialmente sorprendidos por la nueva faceta de Iñaki Urdangarin. El exmarido de la infanta Cristina encontró en el cristianismo, la mejor forma de sobrellevar un proceso que lo llevó al límite. Es por este motivo que en Vitoria ha mantenido sus convicciones religiosas y ha comenzado a ir a misa cada semana. Una cita que no se pierde bajo ninguna circunstancia.

La realidad es que antes de su ingreso en prisión, Iñaki Urdangarin no destacaba por ser alguien especialmente devoto. Sin embargo, tras su paso por Brieva, Iñaki es otra persona y la religión es una parte fundamental de su vida. Se confiesa de forma semanal y acude regularmente a todas las misas a las que puede. Siempre lo hace con el mismo cura y en la misma parroquia. Una costumbre que nadie se hubiera imaginado.

Iñaki

La religión como mecanismo para evadir la realidad

Según han ido señalando especialistas en psicología, el shock de haber ingresado en prisión provocó una gran alteración en la personalidad de Iñaki Urdangarin. El exduque de Palma ya no es ese hombre vivo y rápido que era antes. Ahora es mucho más sensible y con unas convicciones religiosas muy fuertes. Algo que se atribuye a la necesidad de Iñaki de evadirse de su triste realidad en prisión, donde se sentía encerrado de forma injusta.

Así pues, después de su paso por prisión, Iñaki Urdangarin se ha convertido en un hombre absolutamente entregado a la religión. Acude semanalmente a la parroquia de Vitoria para confesarse y celebrar todas las misas que puede. Algo que nunca antes había hecho.