Juan Carlos I sigue empeorando, no puede doblar la pierna izquierda, no encuentran solución

La evolución de Juan Carlos I está lejos de ser positiva

Juan Carlos I sigue empeorando, no puede doblar la pierna izquierda, no encuentran solución

Juan Carlos I sigue adelante con su vida en Abu Dabi. El emérito ha encontrado en los Emiratos árabes, la forma de vivir a su aire y sin que las cámaras lo sigan allá a donde vaya. Sin embargo, a pesar de tener una vida en la que no le falta ni un solo lujo, la realidad es que Juan Carlos I no está siendo capaz de vivir como le gustaría. Y es que los constantes problemas de salud han hecho que el padre de Felipe VI haya perdido gran parte de la calidad de vida.

En este sentido, tal y como han revelado fuentes cercanas a Casa Real, no han sido pocos los viajes de Juan Carlos I hasta Ginebra para tratar de recuperar algo de movilidad en su pierna izquierda, la cual hace ya varios meses que no es capaz de mover. Una situación que ha acabado provocando que el emérito acabe postrado en una silla de ruedas y teniendo que recibir pinchazos de forma diaria para subsanar los dolores que sufre constantemente.

Sin embargo, a pesar de los diferentes tratamientos a los que se ha ido sometiendo Juan Carlos I, los resultados han acabado siendo prácticamente nulos. El emérito no es capaz de recuperar la movilidad en su pierna izquierda y los médicos comienzan a tener más claro que no va a poder volver a caminar en su vida. Algo que ha dejado muy tocado al padre de Felipe VI.

Juan Carlos

Juan Carlos pide pasar sus últimos tiempos en España

A pesar de que se siente un rey derrotado, Juan Carlos I quiere volver a España pase lo que pase. El padre de Felipe VI necesita sentirse como en casa y estar cerca de los suyos. Abu Dabi se ha convertido en una prisión de oro para el emérito, que es incapaz de ser feliz en su lujosa vida en Oriente Medio. Es por este motivo que, con la intención de poder pasar sus últimos años en España, Juan Carlos I ha pedido volver lo antes posible.

Así pues, a pesar de los mil y un tratamientos diferentes a los que se ha sometido en Ginebra, Juan Carlos I sigue sin poder doblar su pierna izquierda y acusando serios dolores que lo obligan a ser tratado a lo largo de las 24 horas del día.