Kate Middleton ha renunciado a tener otro hijo con el Príncipe Guillermo
La enfermedad ha dejado secuelas en Kate Middleton

Afortunadamente para todos, Kate Middleton está muy cerca de poder decir que el cáncer que le fue detectado ahora hace poco más de un año ya ha desaparecido por completo de su cuerpo y que ya está absolutamente libre de su delicada enfermedad. En este sentido, no hay nadie en Reino Unido que no haya celebrado que la esposa de Guillermo de Gales ya se encuentre fuera de cualquier tipo de peligro y con la capacidad de llevar una vida normal. Eso sí, siempre manteniendo ciertas medidas de precaución en sus hábitos de vida, los cuales deberán ser todavía más sanos de los que ya tenía.
Sin embargo, a pesar de que ya podemos ver a Kate Middleton con una apariencia formidable, la realidad es que el cáncer ha dejado sus secuelas en el cuerpo de la Princesa de Gales. Y es que, por mucho de que no sea apreciable en su apariencia física, Kate Middleton se ha visto obligada a ceder una parte muy importante de su vida. Se trata de su capacidad para ser madre.
Después de haber dado a luz a tres hijos, el cáncer habría provocado que Kate Middleton ya no pueda quedarse embarazada. Tal y como revelan fuentes cercanas a Buckingham, la Princesa de Gales tuvo que extirpar la matriz. Lo que ha causado que Kate y Guillermo de Gales ya no tengan la posibilidad de volver a tener hijos. Una situación que habría dejado muy tocada psicológicamente a Kate.
Guillermo y Kate se quedan con sus tres hijos
De este modo, aunque hasta ahora no se sabía de la intención por parte de los Príncipes de Gales de tener un cuarto hijo, ya es algo seguro que George, Charlotte y Louis van a ser los únicos descendientes de Guillermo de Gales y Kate Middleton, pues, como consecuencia del cáncer que estuvo sufriendo, la Princesa de Gales no tendrá la capacidad para volver a ser madre por cuarta vez en su vida.
Así pues, a pesar de la alegría de haber sido capaz de vencer al cáncer, Kate Middleton ha recibido una mala noticia con el hecho de que no va a poder ser madre nunca más en su vida. Un problema que viene como efecto secundario derivado del tratamiento contra su enfermedad.