La infanta Elena explica a sus hermanos que la gravedad obliga a la intervención quirúrgica
Juan Carlos I ha perdido toda la movilidad en su pierna izquierda

Los problemas de salud de Juan Carlos I no hacen más que empeorar. El emérito sigue viendo como su capacidad para moverse y vivir sin dolor está desapareciendo a pasos agigantados. Y es que esa caída en Botsuana sigue pasando una grave factura en el día a día del que fuera Rey de España. Pues, desde ese accidente, la cadera de Don Juan Carlos comenzó a generar graves problemas en su capacidad para moverse, lo que lo ha llevado a acabar postrado en una silla de ruedas y necesitando asistencia médica durante las 24 horas del día.
En este sentido, la infanta Elena, que es la hija más cercana a Juan Carlos I, ya ha sido informada de la realidad de su padre. Tal y como le han hecho saber los médicos del hospital la Tour de Ginebra, si Don Juan Carlos no se realiza una arriesgada intervención quirúrgica en Ginebra, estará obligado a pasar el resto de su vida en una silla de ruedas y teniendo que recibir pinchazos contra el dolor. Una situación que Elena ya ha transmitido a Cristina y a Felipe VI.
Sin embargo, a pesar de que una intervención en la rótula podría facilitarle la vida al emérito, la realidad es que a los 87 años, someterse a una larga intervención quirúrgica podría suponer un riesgo mayúsculo. Y es que a edades avanzadas, el uso de la anestesia está absolutamente contraindicado por el hecho de que facilita la aparición de demencia senil y del riesgo a que el paciente no pueda despertar.
Juan Carlos I teme las consecuencias de la operación
A pesar de que no soporta vivir con dolores y sin poder caminar, Juan Carlos I tiene mucho miedo a los efectos de la demencia senil y a las posibles complicaciones de una intervención quirúrgica. Es por este motivo que, tal y como hemos podido saber, el emérito ha optado por someterse a u proceso conservador y paliativo que, como mínimo, le permita convivir con los dolores y la falta de movilidad. Lo que considera que es el mal menor.
Así pues, la infanta Elena y sus dos hermanos ya saben la realidad a la que se enfrenta Juan Carlos I, que si no se somete a una complicada intervención quirúrgica, podría tener graves problemas para soportar los dolores y recuperar la movilidad en su pierna izquierda.