La Reina Isabel II no quería que el Príncipe Harry se casara con Meghan Markle

En Buckingham nunca estuvieron especialmente contentos con la llegada de Meghan Markle. La esposa del Príncipe Harry llegó a la Casa Real de Gran Bretaña como un auténtico torbellino y con la intención de arrasar con todo y para cambiar muchas de las costumbres que llevaban tiempo arraigadas en el seno de Buckingham. Una serie de ideas que nunca cayeron nada bien en la Reina Isabel II. Y es que la que fuera Reina de Inglaterra no estaba nada a gusto cuando tenía a la esposa de su nieto cerca.

Tanto es así que, tal y como hemos podido saber, la propia Reina Isabel pidió a Harry de Sussex que evitara casarse con una mujer como Meghan Markle. En la Casa Real de Gran Bretaña consideraban que una actriz tan famosa como lo es la norteamericana no es un perfil nada óptimo para una institución del calibre de la Realeza inglesa, donde siempre han querido estar lejos de personalidades del estilo de Meghan.

En este mismo sentido, el hecho de que Meghan Markle fuera una estrella de Hollywood era algo que generaba un importante malestar en Buckingham. Y es que consideran que la esposa del Príncipe Harry arrastra las mismas malas costumbres que otras estrellas del cine, donde la fidelidad y la estabilidad brillan por su ausencia. Algo que detestan y necesitan evitar a toda costa en la Casa Real de Inglaterra.

Isabel II y Carlos III pidieron a Harry que no se casara

Es por este motivo que, en la búsqueda de cierta estabilidad para Buckingham, tanto Carlos III como Isabel II pidieron al Duque de Sussex que se replanteara esa idea de casarse con una Meghan Markle a la que nadie quería dentro de la Casa Real. Sin embargo, como ya hizo el propio Carlos III en su momento con Camilla Parker Bowles. Harry hizo caso omiso a las peticiones de su padre y de su abuela para casarse con Meghan Markle, que se ha convertido en la peor pesadilla de Buckingham.

Así pues, por el miedo a la inestabilidad propia de muchos miembros de Hollywood, Isabel II pidió a Harry de Sussex que evitara casarse con Meghan Markle, a la que veían como un perfil muy peligroso para la estabilidad de Buckingham. Un miedo que se ha acabado confirmando.