La reina Sofía echa a empleados de Zarzuela a la calle por no doblar la ropa de forma correcta

La reina Sofía y su riguroso trato al personal de Zarzuela

La reina Sofía echa a empleados de Zarzuela a la calle por no doblar la ropa de forma correcta

La reina Sofía siempre ha sido vista como una figura elegante y discreta dentro de la monarquía española. Sin embargo, su carácter exigente ha quedado en evidencia en más de una ocasión, especialmente con su personal de servicio. Según diversas fuentes, la emérita no tolera la falta de disciplina en los detalles más mínimos, incluido el doblado de la ropa.

Aunque su trato suele ser más sutil que el de la reina Letizia, eso no significa que sea menos implacable. Ex empleados del Palacio aseguran que Sofía no levantaba la voz, pero su mirada era suficiente para hacer temblar a cualquiera. "No hacía falta que dijera nada, si algo no estaba bien, simplemente lo dejaba claro con su actitud", comenta una de las antiguas asistentes de la Casa Real.

Su obsesión por la perfección ha llevado a que varios empleados hayan sido despedidos por cuestiones aparentemente menores. "Si una prenda no estaba doblada a su gusto, podías considerarte fuera", añade otra fuente. Para la reina Sofía, la imagen y el orden han sido siempre una prioridad absoluta, y cualquiera que no cumpla con su nivel de exigencia no tiene cabida en su entorno.

Reina Sofía

La diferencia con Letizia: dos caras de la misma moneda

A menudo se ha hablado de la rivalidad entre Sofía y Letizia. La actual reina tiene fama de ser mucho más estricta y directa con el servicio, mientras que la emérita lo expresaba con gestos más sutiles. Pero al final, ambas comparten la misma obsesión por el control.

Letizia, según los testimonios de algunos empleados, no deja pasar ni un solo error. "Si algo no está bien planchado, lo tira al suelo sin decir nada", reveló la periodista Pilar Eyre. Aunque Sofía no llegaba a esos extremos, su exigencia era igual de severa, aunque más silenciosa.

El personal de la Casa Real ha aprendido a moverse con cautela en un ambiente donde el mínimo fallo puede costarles el puesto. Si bien la reina Sofía ya no tiene el mismo poder que antes, su huella sigue presente en Zarzuela, marcando una línea de perfección que pocos pueden alcanzar.