La reina Sofía la echa de casa por llegar en un estado lamentable de madrugada
Victoria Federica llega a casa muy afectada por el alcohol

En Zarzuela hay normas muy claras respecto del comportamiento que Victoria Federica y el resto de residentes deben cumplir sin ningún tipo de excepción. Sin embargo, al contrario del resto, la hija de la infanta Elena se ha dedicado a vivir a su aire y a hacer lo que quiere sin dar ningún tipo de respeto a lo que le digan desde arriba, donde están muy enfadados con las constantes faltas de comportamiento por parte de una Victoria Federica que se ha convertido en alguien absolutamente indomable e imposible de poner en su camino.
En este mismo sentido, tanto la Reina Sofía como Felipe VI se han hartado de ver como Victoria Federica llega en pésimas condiciones a Zarzuela. En los fines de semana ya se ha convertido en costumbre el hecho de ver como la hija de la infanta Elena llega en pésimas condiciones a casa, después de sus largas noches de fiesta en las que el consumo de alcohol la acaba perdiendo.
Tal y como hemos podido saber, esta situación ha llevado al límite a la Reina Sofía, que hasta ahora había dado carta blanca para que su nieta hiciera y deshiciera a su gusto. Sin embargo, cuando este último fin de seman llegó con un fuerte olor a alcohol y en condiciones de ebriedad, la Reina Sofía decidió que había llegado al límite y le prohibió el ingreso a la residencia real.
Sofía echó a su nieta de Zarzuela
Dadas las pésimas condiciones en las que llegaba Victoria Federica, la Reina Sofía tomó la decisión de enviarla directamente a la casa de su madre, Elena. En Zarzuela no iban a permitir el ingreso de alguien en semejantes condiciones, de modo que, para que aprendiera de una vez por todas, la Reina Sofía optó por dejar a su nieta en la puerta de Zarzuela, para enviarla al piso de la infanta Elena, donde tuvo que pasar la noche y el día siguiente con la resaca.
Así pues, por culpa de saltarse por enésima vez las normas internas de Zarzuela, la Reina Sofía tomó la decisión de enviar a Victoria Federica a la casa de la infanta Elena, por el simple hecho de haber llegado bajo los efectos del alcohol y fuera de los horarios estipulados por Felipe VI.