Máxima de Holanda tiene a su hija en tratamiento por adicción
Máxima de Holanda se ha sincerado sobre los problemas de su hija
A pesar de encontrarse en posiciones absolutamente privilegiadas, personas como Máxima de Holanda y otros miembros de las grandes monarquías europeas tienen serios problemas en su día a día. Al igual que el resto de ciudadanos de a pie, no son pocos los peligros y las dificultades a las que tienen que hacer frente. Y es que los problemas de salud mental y física afectan a todo el mundo por igual. Una situación que ha hecho que la Reina de los Países Bajos haya tomado la decisión de hablar de una delicada situación que se está generando en la Casa Real neerlandesa.
En este sentido, tal y como reveló la propia Máxima de Holanda, su hija de 17 años, Arianne, la cual, como otros muchísimos jóvenes de su edad, tiene serios problemas a la hora de relacionarse con la tecnología. Y es que, lejos de ser capaz de usar su teléfono, tablet y ordenador de forma normal y con ciertos límites, Arianne es incapaz de llegar a decir basta y dejar la tecnología a un lado.
Este problema de uso excesivo de las pantallas ha acabado provocando que la hija menor de Máxima de Holanda acabe necesitando tratamiento médico para subsanar las consecuencias de haber pasado demasiadas horas haciendo uso de las pantallas. En concreto, tal y como ha revelado la Reina de Países Bajos, su hija no es capaz de enfocar bien a la hora de ver objetos a ciertas distancias. Un problema de visión provocado por el exceso de uso de las tecnologías.
Un problema recurrente dentro de la Casa Real
La realidad es que la adicción de Arianne de Holanda no es un caso único dentro de las casas reales de Europa. Pues, Letizia ya tuvo que intervenir para evitar que Leonor y la infanta Sofía pasaran más horas de la cuenta delante de una pantalla. Una realidad que no acabó afectando a la salud de las hijas de los Reyes de España, pero que sí que ha acabado afectando a la hija de Máxima de Holanda, que ha acabado desarrollando problemas de visión.
Así pues, tal y como ha revelado la propia Reina de los Países Bajos, su hija no es ajena a uno de los problemas más comunes entre los jóvenes de nuestra generación, por culpa del uso excesivo de las pantallas.