Zarzuela es quien le prohibió que regresara porque llegaba bebida de madrugada
Felipe VI puso fin a las faltas de respeto de Victoria Federica

A pesar de que Felipe VI ha sido capaz de ir sofocando los mil y un escándalos que han ido salpicando a Zarzuela a lo largo de estos últimos años, es Victoria Federica la única que ha sido capaz de burlar todos sus métodos para seguir campando a sus anchas por la noche de Madrid. La hija de la infanta Elena se dedicó a vivir la vida loca mientras residía en Zarzuela. Algo que no gustaba nada a Felipe VI, que siempre ha dejado muy claro que en la residencia real se debe respetar todos y cada uno de los códigos internos estipulados por él mismo.
En este sentido, según han revelado personas informadas por Zarzuela, Felipe VI acabó tomando la decisión de echar a Victoria Federica por sus constantes faltas de comportamiento. Pues, a pesar de que la joven estaba viviendo con la Reina Sofía, el Rey no estaba por la labor de consentir que llegara bebida a altas horas de madrugada a la residencia real, lugar al que llegó a traer a varias de sus amistades.
Esta situación llevó al límite a Felipe VI, que tras tener que exiliar a su padre y expulsar a Froilán, no podía permitir que su sobrina hiciera de las suyas salpicando a Zarzuela con su errático comportamiento en la noche madrileña. De este modo, el monarca español acabó expulsando temporalmente de Zarzuela a Victoria Federica.
Felipe VI aceptó el regreso de su sobrina si cambiaba
La realidad es que con el paso de los meses, Victoria Federica fue capaz de ir enderezando su rumbo y pasó de ser una joven conflictiva que salía de jueves a domingo y bebía hasta la saciedad, a una mujer mucho más atenta a sus deberes y con la intención de dejar atrás sus malas costumbres. De hecho, la propia Victoria ha asegurado que ya no bebe y que su vida ha cambiado por completo.
Así pues, tras demostrar que ya no es la que era antes, Victoria Federica logró el perdón de su tío. Un Felipe VI que, por el bien de la Reina Sofía, acabó aceptando el regreso de su sobrina, con la condición de que no volviera a romper constantemente las normas impuestas en Zarzuela.