Alpine le da a Alonso una alegría: objetivo claro y la prueba de fuego
La escudería francesa quiere poner el mundial de F1 patas arriba
A pesar de que el primer test de la temporada en Bahréin dejó muy malas sensaciones y el GP de Italia reafirmó esas prestaciones de Fernando Alonso y Esteban Ocón al mando del A521, el GP de Portimão provocó un cambio en las expectativas que hasta el momento tenían el box francés y los propios seguidores de los pilotos. Si Alpine ya alteró su dinámica en Portugal, en Barcelona los franceses tendrán su gran oportunidad para demostrar si el resultado de la semana pasada fue un espejismo o realmente el equipo está preparado para hacer frente a los grandes de la categoría: el paddock suma un nuevo candidato al podio.
Además de la noticia de que Barcelona albergará mil aficionados en sus gradas -algo que, presumiblemente, supone un plus anímico para Fernando Alonso-, el director ejecutivo de Alpine en la Fórmula 1, Marcin Budkowski, ha afirmado que el monoplaza introducirá nuevas mejoras para el compromiso de Montmeló, que tendrá sus primeros entrenamientos libres mañana -viernes 7 de mayo- y que ha dejado entrever el salto definitivo del A521 de cara a sus aspiraciones este año: “Tendremos unos pequeños desarrollos después de las pruebas exitosas en Portimão en las que conseguimos mejorar áreas específicas del monoplaza, especialmente en la aerodinámica y en el chasis. Queremos continuar con nuestro impulso después de una buena carrera donde logramos un ritmo sólido y pusimos ambos coches en los puntos”.
Tradicionalmente el GP de Catalunya ha sido una prueba de fuego donde los equipos han podido medir su potencial de la forma más esclarecida posible, ya que este prestigioso y peculiar trazado cuenta con la recta más larga del mundial, el sitio idóneo para medir la máxima velocidad que puede alcanzar un monoplaza independientemente del uso del DRS (Drag Reduction System o alerón trasero móvil’). Además de este factor, el circuito de Montmeló comprende una combinación de curvas de baja, media y alta velocidad donde se muestran bastante bien los puntos fuertes y débiles de cada monoplaza. Todos los pilotos conocen el trazado especialmente bien y Fernando Alonso, dado que es un circuito de la vieja escuela, aún con más detalle.
Así pues, el fin de semana se presenta muy apasionante ya que Alpine tiene una oportunidad de oro para reafirmar sus opciones de este año y, aunque pensar en el título mundial resulta utópico, luchar por el podio en cada carrera es una de las mejores noticias que la escudería francesa podría brindarle al piloto asturiano: ahora, le toca a él demostrar sus dotes al volante.