Conmoción en la Fórmula 1: ¿es el final del deporte más rico?

Se conocen los datos de 2020 que ponen en serio riesgo el futuro de la competición

Conmoción en la Fórmula 1: ¿es el final del deporte más rico?

Ha sido un palo tremendo. Ya se sabía que los números del año 2020 no iban a ser buenos tampoco en la Fórmula 1, pero ni mucho menos se pensó que los ingresos iban a haberse reducido hasta en un 43% con respecto a los del año anterior, el 2019, último sin pandemia.

Y es que, a pesar de haberse celebrado el Mundial casi en su totalidad, (se disputaron 17 de los 21 Grandes Premios fijados en el calendario inicial) esto no ha compensado el enorme agujero que se ha abierto al no haber podido asistir público a la gran mayoría de estas carreras (solo pudieron hacerlo a 3 Grandes Premios), una de las tres principales fuentes de ingreso del deporte que hace no tanto tiempo era considerado como el más rico del planeta.

Gradas vacías

Antes de esta crisis mundial la F1 llegó a generar una cantidad de ingresos por cada Gran Premio que ningún otro deporte podía siquiera soñar: más de 200 millones por una carrera en un fin de semana, cuando un partido de la NFL (la competición que más factura en el total) genera unos 30 millones de dólares.

Ahora todo aquello suena ya muy lejano para Liberty Media, la empresa estadounidense que posee y gestiona la Fórmula 1 a través de Fórmula One Group. Tanta es la preocupación de la futura viabilidad del deporte rey del automovilismo que para la temporada 2021 se ha reducido en un 30% el total de dinero que ingresa en los 10 equipos que componen la Fórmula 1, pasando de los 1.012 millones de 2020 a los 711 de este 2021.

De continuar en este nuevo año la misma tendencia, se pondría en riesgo la continuidad de un deporte que hasta la fecha había vivido siempre en otra liga, esas que se juegan en los salones más elegantes de Mónaco, los nuevos Estados multimillonarios Árabes y otras tantas ciudades del planeta, siempre al margen de las crisis y las preocupaciones del resto de los mortales. Ahora la F1 está en serios aprietos y si este 2021 no recupera el pulso, su futuro estaría más en entredicho que nunca.