El error de Carlos Sainz con Williams que aún lo persigue en la Fórmula 1
Un nuevo capítulo en la carrera de Sainz que comienza con más preguntas que respuestas

Carlos Sainz es uno de los pilotos más consistentes de la última década en la Fórmula 1. Con pasos sólidos por equipos como Toro Rosso, Renault, McLaren y Ferrari, ha demostrado talento y madurez. Sin embargo, su reciente movimiento a Williams está generando más dudas que certezas.
El piloto madrileño firmó por dos años con la escudería británica, con opción de extensión. Todo parecía una elección estratégica: experiencia, liderazgo y la promesa de un proyecto a largo plazo. Pero en sus primeras carreras, ya ha sentido el peso de esa decisión.
En declaraciones recogidas por PlanetF1, Carlos Sainz reflexionó sobre su actuación en Baréin:
"Parecía que me enfrentaba a coches con los que quizá no debería haber luchado", comentó, añadiendo que quizás debió priorizar los puntos antes que la lucha directa. El español reconoció que subestimó lo complicado que sería pelear en la zona media de la parrilla. Y lo pagó caro.
Aprender a sumar, no solo a correr
En la Fórmula 1, la paciencia es una virtud poco común. Sainz lo sabe, pero su instinto de competidor a veces lo traiciona. En Williams, donde cada punto es oro, no se puede arriesgar más de la cuenta. “Quizás olvidé que Baréin es bastante fácil de adelantar... Así que probablemente debería haberme centrado más en sumar los pocos puntos que había disponibles”, admitió.
Este error de enfoque no es menor. En Ferrari, luchaba por podios. En Williams, la realidad es otra. Ahora, su mayor reto no es superar a sus rivales, sino a sí mismo. Adaptarse a un coche menos competitivo exige un cambio de mentalidad. Y en la Fórmula 1, los errores de cálculo se pagan con resultados y es evidente.
Sainz sigue siendo un piloto con gran proyección. Pero su decisión de fichar por Williams aún genera debate. ¿Fue un paso atrás o parte de una estrategia mayor? Solo el tiempo dirá si eligió bien. Mientras tanto, ese error en Baréin sigue siendo una sombra en su nuevo comienzo. Y probablemente, una lección que no querrá olvidar.