En Argentina alucinan con él, revienta la F1 y en 2025 meterá miedo a Carlos Sainz y a Alex Albon

En Argentina alucinan con él, revienta la F1 y en 2025 meterá miedo a Carlos Sainz y a Alex Albon

El rendimiento del argentino es cada vez más sorprendente

En el Gran Premio de Bakú no solo está creciendo la emoción en la zona alta de la calcificación. Sino que la archiconocida zona media también está más emocionante que nunca. Y es que, no solamente por la caída de Aston Martin y el crecimiento de Williams. Sino porque, de nuevo, Franco Colapinto está demostrando que es un piloto con todas las de la ley y que merece, a cada carrera que pasa, un asiento para la próxima temporada, algo que en el histórico equipo británico no puede ofrecer al argentino que volvió a brillar en la sesión clasificación al alcanzar una maravillosa P9.

Si bien es cierto que no hay forma de decir que el fichaje de Carlos Sainz por el equipo Williams es una mala decisión por parte de la escudería británica, la realidad es que se generan dudas de si se hubiera tomado la decisión de incorporar al español de haber sabido el talento que tenían en un Colapinto al que no le ha hecho falta ningún tiempo de adaptación para ponerse a la par con un Alex Albon al que muchos consideran uno de los talentos más interesantes de toda la parrilla. Y es que el argentino no tiene nada que envidiarle al tailandés. 

Y es que en su segunda carrera, Colapinto ya ha logrado algo que para su predecesor, Logan Sargeant era toda una quimera, pasar por delante de Alex Albon en clasificación. Pues, con una diferencia de casi tres décimas, el argentino logró superar a su compañero, en una demostración espectacular en Bakú, uno de los circuitos más complicados de todo el calendario.

Mucho miedo para 2025

La realidad es que son casi nulas las opciones de ver a Colapinto a los mandos de un Williams en 2025. Sin embargo, no hay nada más volátil que un asiento de Fórmula 1. Y es que, con un piloto tan talentoso como el argentino en la recámara, la presión será máxima para Carlos Sainz y para Alexander Albon. Pues ambos saben que si no logran unos resultados dignos, por detrás viene un talento muy grande que podría dejarlos sin asiento de un día para otro. El miedo comienza a ser real.