Es una eminencia de la F1 como Toto Wolff y Horner y renueva para hacer campeón a Lando Norris

En un movimiento sorprendente pero estratégico, Zak Brown, el visionario CEO de McLaren, ha renovado su compromiso hasta 2030 con el equipo británico con un objetivo ambicioso: hacer de Lando Norris el próximo campeón del mundo de Fórmula 1. Este anuncio llega en un momento crucial para el equipo, que busca resurgir en la élite de la competición después de años de altibajos.

Brown, reconocido por su enfoque innovador y su pasión por el deporte del motor, ha liderado el renacimiento de McLaren desde su llegada en 2018. Su visión ha sido fundamental para reposicionar al equipo en la parrilla y restaurar su legado como uno de los nombres más icónicos en la Fórmula 1.

La renovación de Brown como mandamás de McLaren es un voto de confianza en su capacidad para llevar al equipo hacia la gloria. Su compromiso con el desarrollo de talentos jóvenes como Lando Norris ha sido evidente desde el principio. Norris, el prodigioso piloto británico de 24 años, ha demostrado un talento excepcional desde su debut en la F1 en 2019.

El objetivo declarado de Brown es proporcionar a Norris el entorno y los recursos necesarios para convertirse en campeón del mundo. Esto incluye una inversión significativa en tecnología, infraestructura y recursos humanos para optimizar el rendimiento del equipo tanto en pista como fuera de ella.

Brown está considerado desde hace bastante tiempo atrás como una de las grandes personalidades de la actual F1 junto a Toto Wolff y Christian Horner y esta renovación será una razón que ejemplifica la entra confianza del mandamás británico sobre la posibilidad de que Norris pueda coronarse antes o después algo que inevitablemente supone un motivo de preocupación para escuderías como Mercedes o Red Bull.

Los aficionados de McLaren están ansiosos por ver cómo se desarrolla esta emocionante nueva era bajo el liderazgo de Zak Brown con la esperanza de que Norris pueda llevar los colores del equipo al podio más alto y reclamar el codiciado título mundial en un futuro próximo.