Fernando Alonso rendido ante Verstappen en una comparación que revive su época más legendaria
Un análisis del arranque de temporada de Alonso y la admiración por la fortaleza de Verstappen

Fernando Alonso no pudo sumar puntos en Suzuka. Terminó 11º, fuera del top ten, mientras Max Verstappen firmaba su primera victoria del año. Pero más allá del resultado, lo que sorprendió fue la admiración del asturiano por el rendimiento del neerlandés.
Verstappen ganó con un coche que, a simple vista, parecía inferior al McLaren. Aun así, se impuso con autoridad a Norris y Piastri. Y eso fue lo que encendió una chispa en Alonso. “Me recuerda a mi 2012”, dijo. Ese año en el que él, con un Ferrari muy por detrás del Red Bull de Vettel, estuvo a punto de ganar el Mundial.
Alonso sabe lo que es pelear con menos. Sabe lo que significa rozar la gloria sin tener el mejor coche. “La gente no valora lo difícil que es hacer carreras perfectas”, apuntó. En sus palabras, hay respeto, pero también un espejo. Uno que refleja su pasado más legendario.
Un mal arranque con sabor a respeto
Mientras Verstappen recorta distancias en el campeonato —ya está a solo un punto de Lando Norris—, Fernando vive un arranque gris. En tres carreras, ni un solo punto. Abandonó en Australia, tampoco pudo acabar en China, y en Japón apenas pudo llegar al puesto 11º. Lo llamó “un pequeño milagro”, y no exageraba: su Aston Martin carece de velocidad punta y no le permite pelear.
Su compañero, Stroll, suma 10 puntos. Fernando, de momento, sigue en blanco. Y aun así, no pierde el enfoque. Habla con calma, con sabiduría, y lanza elogios sinceros a un Verstappen que, según él, está haciendo lo imposible con un coche “menos competitivo”.
“Yo también he luchado por títulos con el tercer o cuarto mejor coche”, confesó. Y viendo lo que hace Max, lo entiende mejor que nadie.
No es habitual ver a Alonso rendirse ante alguien. Pero cuando lo hace, es porque ha visto algo especial. Y esta vez, lo que vio fue a un joven reviviendo su espíritu más combativo. Cuando un campeón como Alonso reconoce a otro, no es solo respeto lo que hay en sus palabras. Es la voz de la experiencia hablando del presente. Es la historia rindiéndose ante el talento que marca una nueva era