Ferrari se prepara para el desastre en una temporada de transición

Hay muchos nervios en Ferrari. La escudería italiana parece ser que tiene problemas para llegar a tiempo a Austria. Falta todavía un mes para que el Gran Circo vuelva de nuevo, pero parece que la marca italiana va un paso, o dos, por detrás de sus rivales directos. Mercedes y Red Bull mostraron buenas maneras en Montmeló en los test oficiales de febrero. Ferrari no puede decir lo mismo.

La presentación aquellas fechas del SF1000 dejó muchas dudas y una realidad: el coche no estaba cerca de sus rivales. Todo lo contrario. Hubo muchos comentarios del resto de equipos y ninguno fue positivo. Todos se toman este año como un año de transición, pues el cambio de normativa está previsto para 2021 y los equipos deberán hacer numerosos cambios en sus coches, pero una cosa es pensar en 2021 y otra es tirar este año. Hamilton y Verstappen se frotan las manos.

Verstappen ya dijo el otro día que se ve capaz de luchar por el Mundial este año. El joven piloto nacido en Bélgica correrá además en casa. En el Red Bull Ring consiguió su primera victoria el año pasado el buen piloto del equipo austriaco.

Ferrari siente que además este año, con la ya anunciada salida de Vettel, tampoco va a tener la evolución en el coche que ellos quisieran. Carlos Sainz no empezará a trabajar para ellos hasta que acabe la actual temporada y Vettel no parece por la labor de ayudar mucho para el coche del año que viene. Como por otra parte es normal.

Ya contamos que Ferrari ha aumentado en 15cv la potencia del motor para Austria. Falta por ver cómo es la fiabilidad del motor y su estabilidad en las curvas. El año pasado esto fue uno de los puntos débiles del equipo y parece, de momento, que no ha mejorado durante estos 100 días de parón.

Ferrari es un polvorín y en Maranello no saben qué hacer para fingir normalidad. Leclerc siente que va a tirar el año por la mala gestión del equipo. Mal asunto tener al número uno enfadado antes de comenzar…