Lewis Hamilton está triste. Los hechos que están aconteciendo en el mundo en los últimos meses tienen al piloto preocupado, consternado. No piensa mucho en la Fórmula 1 y no tenía prisa por volver. Desde Mercedes estaban preocupados por él y no han querido meterle presión durante el confinamiento, pero las dudas sobre si su estado anímico fuera a influir en estado de forma era real. Hamilton ha disipado todas las dudas con su vuelta a los entrenamientos. Una vez se sube al coche parece que en su mente no hay otro objetivo que no sea ser el más rápido en la pista.

Hamilton manda en Mercedes

El británico persigue ganar su séptimo mundial y lo tiene más cerca que nunca. Mercedes juega al despiste y dicen no estar preparados para el inicio de la temporada dentro de dos semanas. ¿Es creíble? La marca alemana siempre ha jugado un poco a esto, hacer creer que están peor de lo que realmente están. De momento les ha servido y les ha ido bien, ¿será estrategia o esta vez es realidad?

Hamilton se ha salido con la suya y ha conseguido que Mercedes cambie de color en su nuevo coche. Será negro entero. Es un homenaje que el de Reino Unido quiere hacer al movimiento Black Lives Matter. El W11 será completamente negro y, la verdad, es que ha quedado impresionante.

Mercedes ha confirmado que el cambio se debe a una petición personal del seis veces campeón del mundo. Una muestra más de la forma de ser de Hamilton y también de la influencie y poder que tiene dentro de la escudería.

Renovación en marcha

Hamilton aún no ha renovado y acaba contrato en 2021. Quizás con estos movimientos Mercedes quiera asegurarse la continuidad del piloto para la próxima temporada. El ex de McLaren cada vez se identifica más con Mercedes y eso es bueno para la escudería de Alemania.