Piastri enciende la tensión en McLaren con un movimiento que apunta directo a Norris

Una carrera intensa, declaraciones contundentes y un nuevo foco de atención dentro de McLaren

Piastri enciende la tensión en McLaren con un movimiento que apunta directo a Norris

Oscar Piastri ha dejado claro que no ha venido a ser segundo. Su victoria en Arabia Saudí, la tercera de la temporada, lo coloca como líder del Mundial de Fórmula 1. Por delante de Max Verstappen. Y, lo más incómodo para McLaren, por delante de su compañero Lando Norris.

No se anduvo con rodeos. En la sala de prensa, cuando le preguntaron si creía que el Red Bull era más rápido, respondió sin dudar: “No, creo que nuestro coche era aún más rápido”. Un comentario que no solo contradice a Norris, sino que lanza un mensaje: yo sí creo en lo que tenemos.

Piastri ha elevado el nivel. Adelantó a Hamilton con una maniobra agresiva, precisa, valiente. Se metió por dentro y no soltó la posición. Luego, con la sanción a Verstappen por saltarse la chicane, se colocó en cabeza. Desde ahí, gestionó con frialdad. Como un veterano. Pero tiene 23 años.

Juego psicológico y ambición desatada

Piastri no está solo compitiendo por carreras. Está jugando una partida mental. Y parece que ha movido ficha con intención. Su mensaje es claro: él se ve como el número uno de McLaren. Algo que, hasta ahora, parecía reservado para Norris.

En sus palabras hay más que satisfacción. Hay confianza. Hay hambre. “Estoy muy, muy contento por todo el trabajo que hemos hecho en las salidas. Eso es lo que nos ha hecho ganar hoy”, dijo tras la carrera. Y remató: “Aún necesitamos un poco más… pero ha sido un gran fin de semana”.

Ese "necesitamos un poco más" suena a líder, no a escudero. Piastri ha cambiado las reglas internas. Ha roto la jerarquía no escrita del equipo. Y eso, inevitablemente, va a tensar la relación con Norris. Porque en McLaren ya no hay un primer piloto claro. Ahora hay dos. Y uno ha empezado a ganar.

La temporada solo acaba de empezar, pero el mensaje está lanzado: Oscar no espera su momento, se lo está tomando.