2024 pega el primer revés a Bagnaia y Martín por Marc Márquez, Valentino Rossi y la nueva amenaza
Las incógnitas son perpetuas y las expectativas con los dos españoles, enormes
De alguna manera nada ha cambiado desde que Francesco Pecco Bagnaia y Jorge Martín mantuvieran, con Marco Bezzecchi a distancia, un mano a mano por el campeonato, sin embargo, hay dos elementos de choque que apuntan a modificar el statu quo, incluso dentro de Ducati. Uno, la novedad, de puertas afuera no espera más que un crecimiento mantenido; el otro, el campeón dormido, intentará recuperar su nivel y después lanzarse a por carreras, aunque hay más, un objetivo: dar caza a Valentino Rossi.
El campeón histórico y el que promete serlo
Evidentemente hablamos de Marc Márquez y Pedro Acosta, y como ellos nos lleva hasta Valentino Rossi pasando por el día a día del número 1 y el piloto de Pramac. Sobre la gran expectativa, como es ver en una Ducati al 93, hay que hablar claro: el de Cervera ha dejado entrever que tiene entre ceja y ceja alcanzar algún día a Valentino Rossi en su palmarés histórico, donde Il Dottore tiene un título más, el de Moto GP, pero eso a día de hoy no es realista… por ahora.
En una entrevista con TalkSports, el ilerdense aseguraba que “de momento no pienso en igualar ese récord (siete títulos de la categoría reina) porque estoy lejos de mi nivel, y no puedo afrontar la próxima temporada pensando: 'Intentaré ganar el título'. Ya hace dos años que no gano ni una sola carrera”, mantenía, sin embargo, también decía que “en primer lugar necesito generar confianza, construir la base y luego, desde esa base, comenzar a ser más rápido e intentar mejorar en el futuro". La prudencia a la que la Honda le acostumbró, ahora se torna en ambición mantenida, y si llegan los resultados, eso significará que el cara a cara de Bagnaia y Martín en 2023 será diferente.
El debutante, un depredador
Si alguien en el paddock pensaba que Pedro Acosta va a ser un piloto sin altos vuelos y con dudas, esas personas se equivocaban. El español, llamado a seguir los pasos del piloto de Gresini, demostraba que su agresividad es como mínimo pareja la del 93 y que será un hueso duro de roer desde el inicio. En TVE, tras culpar a los pilotos de amiguismo, decía que “me gusta ser agresivo dentro y fuera de la pista. El 'Tiburón de Mazarrón' no hace prisioneros y no viene a hacer amigos”.