De las lágrimas a la euforia, Raúl Fernández protagoniza el test más brillante de su carrera de MotoGP

Raúl Fernández encuentra la clave en la electrónica y da un paso decisivo hacia su mejor versión en MotoGP

De las lágrimas a la euforia, Raúl Fernández protagoniza el test más brillante de su carrera de MotoGP

El pasado martes, Raúl Fernández vivió una jornada que marcará un antes y un después en su carrera en MotoGP. Después de dos años de incertidumbre, frustración y constantes desafíos con la electrónica de su Aprilia RS-GP, el madrileño logró completar uno de sus mejores test, no solo por su destacada posición en la tabla de tiempos, sino también por la solución encontrada a los problemas que arrastraba desde su llegada a la categoría reina.

Un día para recordar

Con una sonrisa de oreja a oreja, Raúl Fernández terminó la jornada de pruebas en el Circuito de Montmeló, donde se mostró muy satisfecho con su rendimiento.

"Ha ido muy bien", afirmó el piloto del Trackhouse MotoGP Team tras un test que no solo le permitió marcar tiempos competitivos, sino también dar un importante paso en la adaptación de su moto. Fernández terminó en una destacada quinta posición, a tan solo seis décimas de Álex Márquez, lo que subraya el gran avance logrado.

El trabajo en la electrónica, clave para el progreso

Uno de los mayores retos que Raúl había enfrentado en su paso por MotoGP era la falta de feeling con la electrónica de su moto, especialmente al salir de las curvas y al acelerar. Sin embargo, este test ha marcado una diferencia.

Gracias a las mejoras introducidas por Fabiano Sterlacchini, el nuevo Director Técnico de Aprilia, y la llegada de un nuevo sistema electrónico, Raúl pudo experimentar una sensación inédita hasta ahora. "Después de dos años hemos encontrado algo en la electrónica, muy contento", comentó el piloto español. Estas modificaciones le permitieron sentirse más cómodo y controlar mejor la moto, algo que se reflejó en su consistencia durante la jornada.

Raúl Fernández

Un futuro esperanzador

El test fue, para Raúl, un día de esperanza y optimismo. Si bien reconoció que aún hay circuitos donde podría sufrir, el progreso en su sensación sobre la moto es notable. "Hoy puedo decir que estoy muy feliz. No diría que voy rápido, pero voy a gusto y controlo lo que hago", destacó con una sonrisa. A su vez, pidió a Aprilia que le entregue la RS-GP 25 para el próximo test de Malasia, con el fin de comenzar la temporada 2024 con una moto completamente optimizada.

Este test marca un giro significativo en la carrera de Raúl Fernández, quien por fin ve recompensados los esfuerzos de los últimos años. Con una mentalidad renovada, afronta el futuro con más confianza y expectativas, sabiendo que está listo para luchar en la élite de MotoGP.