Honda tritura al heredero de Valentino Rossi y el enemigo de Márquez teme su ritmo: “va a ser podio"
Luca Marini y su hundimiento potencian la decisión del 93, que sigue sumando adeptos
Si es complicado que Marc Márquez vaya a sumar adeptos entre los pilotos de Ducati, más que nada porque, dejando a un lado a Francesco Pecco Bagnaia, como él, al menos Jorge Martín y Enea Bastianini son rivales en pista, en la clasificación y en la disputa por la segunda moto oficial de la firma italiana de la temporada 2025, cuando lo consigue, se dispara el optimismo sobre el 93. Y es que, efectivamente así es, uno de sus rivales lo ve ya en el podio.
Desde detrás se ve todo con mayor perspectiva
Una de las opiniones que más hay que atender a la hora de evaluar el inicio del ilerdense en este Campeonato del Mundo de Moto GP, que echó a rodar en Qatar, Losail, es la del piloto que lo siguió durante la carrera, un Bastianini que ha sido claro sobre el catalán pese a que sea adversario en casi todo esta temporada. “Marc empuja cuando es el momento, pero manteniendo cierto margen, está tratando de entender la moto. Es un rival muy duro, sin duda estará en el juego. No sé si luchará por el Mundial, pero por los tres primeros puestos sí", decía para MCN.
Y eso, viniendo de donde viene esta opinión, no es baladí. Hablamos de que, para el italiano, esté al nivel de Brad Binder y Jorge Martín y por ende del suyo, que el de Rímini pretender revertir.
Su recambio, el heredero de ‘The Doctor’, mal
Otro de los asuntos más llamativos antes del Gran Premio de Portugal pasaba por analizar una muy pobre puesta en escena del sustituto de Marc Márquez en Honda, el hermano de Rossi, un Luca Marini que no eludió sus problemas en el asfalto catarí. “El problema fue que las sensaciones de la moto no eran tan buenas, especialmente en la zona de curva. Luché mucho. La configuración tenía demasiada carga en el frente”. Marini habló de que su envergadura carga muchos los neumáticos, de la falta de “equilibrio” en la moto y de sus problemas en las curvas.
Lo que está claro es que cada vez parece más evidente que Márquez no solo no se equivocó dejando la firma japonesa, sino que puede haber sido una de las mejores decisiones de su carrera.