Marc Márquez aclara su futuro y Jorge Martín juega al despiste con Bagnaia: no hay paz en Tailandia
El ocho veces campeón del mundo confía poco en sus posibilidades; el de Pramac sigue en sus trece contra el italiano
Los últimos resultados de Jorge Martín van a obligar al español a minimizar errores y forzar la desesperación de un Francesco Pecco Bagnaia que anda dubitativo en su ritmo. Pero, aunque la velocidad sigue de parte del de Pramac, el madrileño ha cambiado de estrategia y juega al despiste con un número 1 que tampoco en el Gran Premio de Tailandia ha empezado con buen pie. Con todo, peor, mucho peor, lo tiene Marc Márquez.
Velocidad, ritmo y agresividad
Ya lo dijo Martín, iba a cambiar de estrategia y eso pasa por cometer menos equivocaciones, que a su vez pasa, al menos en parte, por esconder sus cartas e incluso buscar un perfil bajo que despiste a Bagnaia, favorito al trono. Y en el Chang International Circuit de Tailandia a Martinator le ha salido todo a pedir de boca; sí, se ha caído, pero también fue el mejor en las dos primeras sesiones: si nadie se guarda nada, el órdago vuelve a ponerse encima de la mesa en la pelea por el campeonato.
Jorge Martín no ha venido a Tailandia a jugar ⚠️
— DAZN España (@DAZN_ES) October 27, 2023
Desde la Práctica 1 ya está batiendo récords#ThaiGP 🇹🇭 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/MHXzgYo7RA
“Soy un piloto, me caigo mil veces y no pasa nada. No puedo darle importancia”, decía el de Pramac, que además se quitaba posibilidades afirmando que “aquí soy un poquito menos superior que en los últimos grandes premios. En ritmo rodaba el cuarto con gomas usadas, mientras que el resto iba con nuevas”, aseguraba en palabras recogidas por Motorsport, unas que sin embargo chocan con su puesta de largo en pista. Veremos qué ocurre a la hora de la verdad, porque su margen es nulo.
El 93, resignado
Una de las razones de que Marc Márquez abandonara Honda y renunciara a un pastizal vienen dadas por sensaciones como las de Tailandia, donde casi parece un milagro lograr cosas importantes. Con respecto al objetivo de la Q2 aseguraba que “un objetivo muy optimista era intentar estar en la Q2, pero el realista era estar entre el diez y el quince, y es donde hemos estado”, por lo que solo estará “si suena la flauta”. Lo dicho, para él, un día más; un día menos.